Mal que no mejora, empeora… a este dicho se puede agarrar la mesa de vacuno de vida de la Lonja de Salamanca, que pese a cotizar vía WhastApp por las restricciones de la Covid-19, volvió a evidenciar las diferencias existentes entre tratantes y ganaderos
Y lo hizo en esta jornada del 9 de septiembre, en la que los profesionales volvieron a realizar una cotización que vive en dos mudos diferentes, por lo que el ‘muro’ que les separa cada vez es más elevado.
La predisposición de los tratantes es cotizar a la baja el precio de machos y hembras, algo que ocurre desde el inicio del confinamiento, allá por el mes de marzo, y en esta sesión ocurrió lo mismo, con una petición general de -0,06 euros para machos y para hembras.
En el Mercado de Ganado, que sí fue presencial, los tratantes comentaban en los corrillos que las “hembras tienen mejor salida que los machos y se han vendido poco a poco en el mercado, aunque no a precios altos. Pero, en los machos, es un desastre, nadie los quiere”, argumentaron.
Por su parte, los ganaderos ven el mercado desde otra perspectiva, con una operativa normal en el campo y con los animales que se venden, los de más calidad, por encima del precio que marca la Lonja, igual que las hembras. Por ello, demandaron subidas de entre 0,03 y 0,06 euros para las hembras y repetición para los machos.
La decisión final fue la de repetir el precio de machos y hembras.
Por su parte, la mesa de vacuno de carne, apenas tuvo movimientos en los precios, con una repetición de los mismos, con la única salvedad de las terneras mayores de 12 meses, que cotizaron al alza 0,02 euros.
