El decaimiento de las limitaciones extraordinarias que ha sufrido Salamanca capital las últimas tres semanas nos devuelve a la situación previa, en la que también había otras restricciones.
Posiblemente sea difícil recordarlas, con tato cambio y vaivén. Lo importante es que no se puede pensar que ya se ha acabado todo porque el coronavirus sigue ahí.
Hay limitaciones de aforos y otras restricciones, pero vuelven a abrir las barras de los bares y pueden cerrar a la una de la madrugada sin coger nuevos clientes a partir de la medianoche.