La Escuela de Deporte Inclusivo de Castilla y León, iniciativa puesta en marcha por la Fundación Eusebio Sacristán, alcanza ahora las once sedes en la Comunidad gracias al apoyo de la Fundación Castilla y León, en una colaboración que pretende “apostar por la integración y la participación social de quienes sufren dificultades”
C.T.M. / ICAL. Y es que el objetivo de la Escuela de Deporte Inclusivo de Castilla y León es “utilizar el fútbol como herramienta para la inclusión de los niños sin tener en cuenta sus capacidades físicas, intelectuales o condición social”, tal y como explicó, durante la presentación del acuerdo con la Fundación Eusebio Sacristán, el presidente de las Cortes y de la Fundación Castilla y León, Luis Fuentes.
Este acuerdo además supone, según Fuentes, una forma más de “hacer Comunidad en estos tiempos complicados, por encima de ideologías, colores y banderas”, puesto que con él se «anteponen los intereses de los ciudadanos a los personales o de los partidos” al apoyar a “las personas de esta tierra sin fisuras ni condiciones, especialmente a quienes más sufren, los más débiles y todos aquellos que, en estos momentos, atraviesan grandes dificultades”.
“Vivimos una crisis sin precedentes en la que el impacto del coronavirus ha disparado la brecha social”, afirmó Fuentes, señalando además que “son los niños los más desprotegidos y los que más necesitan de nuestra protección”, por lo que aseguró que “la Fundación Castilla y León va a redoblar su esfuerzo para promover el desarrollo de actividades dirigidas a fines sociales”. Marco en el que el presidente de las Cortes ubicó el acuerdo con la Fundación Eusebio Sacristán.
Dicho convenio permitirá la puesta en marcha de la Escuela de Deporte Inclusivo de Castilla y León en las ciudades de Burgos, León, Palencia, Segovia, Soria, Valladolid, Zamora, Arévalo, La Granja de San Ildefonso y Miranda de Ebro, además de Salamanca, en cuyo mítico estadio Helmántico tuvo lugar hoy la presentación del acuerdo por el que “al menos 60 niños compartirán juegos y fútbol en cada una de las sedes, aprendiendo unos de otros y poniendo el acento en el proceso y no en el resultado”.
“La idea es que niños con diferentes capacidades se integren en equipos que les permitan empoderarse y conocer diferentes realidades, independientemente de su condición”, continuó explicando Fuentes, para quien “algo tan sencillo como un balón desprende magia, porque iguala a las personas de toda índole y condición”.
Derribar barreras
Por su parte, Eusebio Sacristán, que recordó “viejas sensaciones agradables” al volver a pisar el césped del estadio Helmántico, señaló que la puesta en marcha de la Escuela de Deporte Inclusivo de Castilla y León no es más que la continuación de una idea iniciada por “exjugadores que decidimos juntarnos para poner al servicio de la sociedad nuestras experiencias y conocimientos” a través de una iniciativa para “crear actividades como campus de inclusión para niños normalizados y otros con ciertas problemáticas”.
“Nos dimos cuenta de los beneficios que esas convivencias alrededor del deporte tenían y decidimos poner en marcha escuelas de inclusión donde todos esos niños pudiesen convivir y entrenar juntos”, contó Sacristán, para quien el fútbol se demostró entonces como “vehículo ideal para el desarrollo físico, intelectual, psicológico y emocional de las personas”. Por todo ello, tomaron la decisión de expandirse «para llegar al mayor número de niños posibles», motivo por el que hoy la Escuela de Deporte Inclusivo de Castilla y León está en once sedes diferentes.
Protocolo anti-COVID
Precisamente por la pandemia de la Covid-19, el director de la Escuela, el también exfutbolista Juan Carlos Rodríguez, aseguró que se dividirán los grupos “dependiendo del personal humano que tengamos”, en relación a exfutbolistas y voluntarios participantes de la iniciativa, si bien afirmó que están “preparados” para cumplir con todo el protocolo frente al coronavirus.
Luis Fuentes precisamente agradeció el “enorme esfuerzo” que para la Fundación Eusebio Sacristán está suponiendo poner en marcha esta iniciativa “en plena situación por la Covid”, si bien los niños estarán divididos en grupos más pequeños de 20 para realizar los entrenamientos y actividades, aunque el mínimo de participantes totales en cada sede será de 60.