La Audiencia Provincial de Soria ha condenado a una pena de cinco años de prisión a J.L.G.A., acusado de maltratar de forma habitual a su mujer e intentar matarla en 2019. La sentencia estima esta pena de cárcel por un delito de tentativa de homicidio con la agravante de género y parentesco, además de que le condena a seis meses de prisión por el delito de malos tratos habituales y 60 días de trabajos en beneficio de la comunidad, y un año y un día de privación del derecho a tenencia y porte de armas.
Según el fallo, el ahora condenado tendrá que indemnizar a la víctima con una cuantía económica de 1.500 euros por las lesiones ocasionadas así como a 13.500 euros por los daños morales y psicológicos provocados.
La sentencia recoge que desde el verano de 2015 y hasta julio de 2019, el procesado, con el fin de menospreciar a M.A, la insultaba y vejaba a diario llamándola “puta y zorra’ e intentar amedrentarla amenazando con matarla, además de requerirle explicaciones de forma continuada y agresiva sobre con quién había estado o hablado, así como dificultar que se relacionara con su círculo de amistades, lo que generó a la víctima ansiedad, estrés, angustia e insomnio por lo que llegó a recibir asistencia médica y apoyo psicológico.
En 2018 iniciaron una discusión en el domicilio familiar y con el ánimo de menoscabar su integridad física, le propinó golpes en la cara y en el cuello. Al año siguiente, el acusado inició una discusión con la mujer al negarse esta a acompañarlo a comer fuera de casa, en el transcurso de la cual, y con la intención de poner fin a la vida de su pareja, la agarró violentamente por la pechera mientras le amenazaba con matarla. La empujó y la tiró al suelo y allí le propinó diversos puñetazos en la cara, los brazos y el tórax, mientras le gritaba repetidamente “hoy es tu día, te mato”.
Posteriormente, el varón le metió el puño en la boca y la víctima lo mordió con la intención de zafarse de él. Para asfixiarla, la agarró con fuerza del cuello mientras insistía en su intención de matarla, y la arrastró por el suelo hasta el sofá donde la dejó inconsciente tras taparle fuertemente la boca y la nariz con unos cojines. Una vez que comprobó que su pareja no se movía, abandonó el domicilio, cerrando la casa y llevándose con él las llaves la víctima, su bolso y su teléfono móvil.
La mujer recobró la conciencia y al darse cuenta de que estaba encerrada y sin teléfono, se acercó a una ventana del domicilio desde la que pidió ayuda a una de sus vecinas, que avisó a la Policía. Como consecuencia de la agresión, la perjudicada sufrió policontusiones consistentes en edema generalizado muy acusado en región facial incluyendo párpados, hematoma palpebral en ambos ojos, múltiples heridas de pequeño tamaño en parpados de ambos ojos, abrasión en mejilla derecha, restos de sangre en región oral pero sin sangrado activo, equimosis cervical, pequeñas equimosis a nivel superior de ambas parrillas costales, equimosis en ambas caras internas de ambos miembros superiores y signos de “agarre” en ambos brazos, caras dorsales de ambos brazos con erosión en región dorsal, superficial dorsal, superficial de mano izquierda y hematoma, hematoma en cara dorsal de mano derecha y herida en dorso de mano izquierda.
Para la sanidad de las lesiones se requirió asistencia facultativa consistente en reconocimiento físico, radiológico, hematológico y oftalmológico en el servicio de Urgencias del Complejo Hospitalario de Soria seguido de prescripción de tratamiento sintomático y curas locales, así como control ambulatorio por su MAP y apoyo psicológico por parte de Psicóloga de Atención a las Victimas de VIGE y tratamiento ansiolítico