La consejera de Sanidad, Verónica Casado, mostró este jueves su preocupación por la situación epidemiológica de Salamanca.
Indicó que la ciudad del Tormes tiene una incidencia acumulada desde los últimos 14 días de 391 casos por cada 100.000 habitantes, cuando el punto de corte para ser susceptible de sufrir restricciones está situado en 500.
«Me preocupa la situación bastante, pero venimos de una situación bastante más compleja y se ha ido conteniendo», dijo, por lo que «hay que seguir manteniendo la tensión y responsabilidad individual».
Especificó que las zonas sanitarias de la ciudad del Tormes en peor situación son Garrido norte y sur y la de Pizarrales-Vidal.
Por último, destacó al labor que hacen los alcaldes para colaborar en la contención de la propagación de la pandemia en sus respectivos municipios.
Las zonas básicas de salud de Toro (Zamora) y Guijuelo y Béjar, en Salamanca, comienzan a preocupar a la Junta de Castilla y León por la situación epidemiológica de los últimos días. De hecho, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, ya ha mantenido contactos con sus alcaldes para informarles de la situación y pedirles que emitan bandos y trabajen en el control y en la concienciación de los ciudadanos.
Aunque todavía es pronto para determinar si en estas zonas se aplicarán medidas de restrictivas, no se descarta si los contagios siguen creciendo, como está ocurriendo en las localidades de Íscar y Pedrajas, en Valladolid, que mañana acaban con su período de confinamiento, pero que se está barajando ampliar un semana más.
Así lo avanzó este jueves la consejera, al término de la reunión del Consejo de Gobierno, y donde explicó que se la incidencia sigue siendo elevada y todos los días se declaran casos nuevos, en especial en la segunda localidad, cuando lo adecuado serían cero casos en los últimos cuatro o cinco días.