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«No deberíamos celebrar las navidades con la familia. ¡No hagamos locuras!»

El doctor Miguel Marcos advierte de cómo estamos y de lo que viene
Miguel Marcos, investigador del Ibsal y médico internista del hospital de Salamanca
Miguel Marcos, investigador del Ibsal y médico internista del hospital de Salamanca.

Queda menos para el final dela pandemia, pero aún es mucho el camino por recorrer. Posiblemente no acabemos con la segunda oleada, pero sí mantenerla aplanada en el tiempo si se adoptan medidas preventivas correctas y con la responsabilidad individual. Y no, no podremos, o no deberíamos celebrar las navidades con la familia. “¡No hagamos locuras que ya hemos visto lo que ha pasado en verano! Es mejor tener paciencia que tirarlo todo por tierra”, afirma Miguel Marcos, el médico internista del Hospital de Salamanca y profesor titular de la Universidad de Salamanca en uno de sus didácticos y esclarecedores hilos que publica en su cuenta de Twitter.

 

“En Salamanca la incidencia aumentó muchísimo a finales de julio y primeros de agosto y luego ha ido frenando ese aumento dentro de que cada vez hay más casos. Es decir, hay casos nuevos pero cada vez crecen con menos rapidez o se estabilizan (= fase de meseta)

La clave es que no nos relajemos para que el número de casos sea el más bajo posible. No tendría sentido que ahora consigamos que bajen los casos para que nos relajemos otra vez como en verano y volvamos a una tercera ola. No caigamos otra vez en el error del verano”, indica.

“Hay que intentar que los casos desciendan progresivamente y que esa fase de meseta se mantenga en el tiempo lo más baja posible o, mejor todavía, que baje del todo y que la tercera ola -casi inevitable salvo cambios sustanciales en el manejo el virus- sea lo más pequeña posible”, prosigue.

“Mi opinión es que no conseguiremos aplanar casi del todo la segunda ola, como podríamos decir que controlamos la primera tras el estado de alarma y que se mantendrá en el tiempo con un “sube y baja” de casos. La única forma de que se reduzca del todo es con un confinamiento total”, advierte.

“¿Y de qué va a depender que suban o bajen más los casos dentro de esa “prolongación” de la segunda ola o de una hipotética tercera ola? Va a depender de las medidas preventivas y de cambios en el manejo:

Medidas preventivas:

– aumentamos restricciones y la gente es más responsable: bajan casos

– reducimos restricciones, nos relajamos relaja (ese “vamos a convivir con el virus” que tanto daño ha hecho): suben casos

¿Cambios en el manejo? En tres áreas:

– mejores tests diagnósticos

– mejores tratamientos

– vacuna

El primero y el segundo nos van a ayudar, aunque cuando bajen los casos gracias a ellos se relajarán las medidas y subirán otra vez… pero siempre será mejor”, señala el doctor.

“La vacuna será lo que más nos ayude, y junto con el tiempo que haya pasado ya (inmunidad natural de parte de la población) junto con mejoras en diagnóstico y tratamiento, nos permitirán controlar la enfermedad y que no tenga el impacto que tiene ahora mismo en nuestra vida”, afirma.

“¿Cómo reducimos ese impacto? Con las medidas preventivas y con responsabilidad individual. Solo así conseguiremos mantener la meseta lo más baja posible y poder atender el resto de enfermedades en el sistema de salud de la mejor forma posible (de manera normal no va a ser…)”, insiste.

“Mucho ánimo a los sanitarios que nos queda mucho. Nos echamos el sprint en marzo, pero a esto le quedan kilómetros y le quedan cuestas y puertos de montaña. Y no sabemos exactamente cuánto va a durar, que es lo peor, aunque esperemos que todo vaya mejorando”, indica.

“Y ánimo a toda la población… quedan restricciones, hay que seguir con la mascarilla, en navidades NO vamos a poder celebrar las fiestas con la familia. ¡No hagamos locuras que ya hemos visto lo que ha pasado en verano! Es mejor tener paciencia que tirarlo todo por tierra”, recomienda.

“Y mucha paciencia sobre todo porque el sistema sanitario no va a funcionar bien en mucho tiempo. Lo urgente se atenderá bien pero el resto sufrirá retrasos inevitables salvo que seamos capaces de crear nuevos hospitales y nuevos centros de salud con NUEVO personal. Y no podemos”, avisa.

Queda menos para terminar la pandemia, pero queda. Y luego habrá que reconstruir todo lo que se ha venido abajo o ha dejado de funcionar. Llevará su tiempo, pero tengo esperanza que lo conseguiremos, como ha sido después de todas las catástrofes (guerras, otras pandemias, etc.).

“Y termino el #hilo con lo que creo que es la recomendación clave en esta pandemia: ¡¡Cuidado con los espacios cerrados!!

Sí, tu salón es un espacio cerrado y no, no puedes estar con los abuelos y los primos comiendo sin mascarilla ni celebrando un cumpleaños o las navidades…”, reitera.

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