[dropcap]C[/dropcap]onversar con José Manuel Iglesias Clemente es como hablar con tu médico de cabecera de toda la vida, con lo que ello conlleva. Es acertado en su diagnóstico sobre las políticas de Sanidad, porque conoce muy bien al paciente, lleva toda la vida tratándolo, y certero en las medidas que hay que tomar para que mejore: “Hay que basar las actuaciones en las mejores pruebas científicas disponibles”.
¿Cómo están los médicos de Familia ahora mismo?
Las pandemias en general, y ésta en particular, lo que hacen es desnudar a una sociedad. La deja sin los oropeles y los trajes que creemos que tenemos o que nos han dicho que tenemos. Nos dan una imagen muy real de cómo es la sociedad y sus formas de Gobierno, las administraciones públicas, no solo la función política, sino también la administrativa. Nos dan una idea de cómo somos, de nuestra cultura, de nuestras deficiencias,… Los datos son tremendamente crueles, estamos en el top-ten de las potencias mundiales en cuanto a afectación y eso dice mucho.
¿Qué podemos hacer?
Reflexionar. Nos tiene que hacer pensar que posiblemente esas cosas públicas son manifiestamente mejorables en todos los aspectos, en los ciudadanos, administración, el sistema autonómico, la acción central de coordinación,…
¿Cómo viven la pandemia?
Desde un punto de vista teórico, esto es apasionante para alguien que le guste la medicina, si no fuera por la tragedia humana que ha representado en muchas familias. Estoy pensando en los mayores que han fallecido en residencias. Pero, nosotros vivimos en la tragedia. Esto es consustancial a nuestra profesión. Para mí es algo que me ha interesado mucho vivir. ¿Es más trabajo? Sí. ¿Hay un riesgo real? Claro que lo hay. Pero, todo esto para mí compensa el haberlo vivido.
Imaginemos que Verónica Casado, la consejera de Sanidad, le dice: ‘Necesito que me eches una mano para que la sociedad crea los datos que estamos dando’.
En España, en general, la información epidemiológica es buena. Si luego eso pasa por un tamiz político y lo controlan o no, no lo sé, pero hay que tener en cuenta que la información epidemiológica hay que recogerla, viene de distintos sitios, alguien tiene que depurarla, se tiene que admitir cierto margen de error, porque somos humanos y es inevitable. La información que nos da la Consejería de Sanidad es razonablemente buena, otra cosa es que sea exacta.
¿A qué se refiere?
Los epidemiólogos insisten mucho en que decir: que no es una cuestión de comunidad por comunidad’. No se trata de eso, los epidemiólogos se manejan por tendencias y desde siempre ponen en su valor relativo los datos que tienen, porque son datos crudos y no es lo mismo estos datos con una población muy envejecida, que la misma cifra con una población muy joven. Tampoco son los mismos datos en un barrio de clase media, no podemos olvidar que la pobreza es la madre de todas las enfermedades.
Explíquese…
La Atención Sanitaria está al final de la cadena. Nuestro papel, en el mejor de los casos, no supera el 30 o el 40% de la influencia en los factores que determinan la salud de la comunidad.
¿Nos podemos fiar de los datos?
Los datos son buenos, otra cosa es que falten datos, que seguro que sí. La mortalidad, que dicen que mienten, nunca se ha dicho que esa es la mortalidad real, lo que se dice es que es la atribuible en función de unos criterios, con una PCR determinada. Eso se hace en todos los países. Creo que tenemos una información epidemiológica equiparable al resto de los países de la UE, mejor que los del Este y de Estados Unidos. Además, creo que tampoco es tan importante, por eso se habla de valores por encima de 300 o de 500, pero no se dice 325, eso sería una barbaridad.
¿Cómo lo está haciendo la Consejería de Sanidad de Castilla y León?
A mí me parece que no lo está haciendo mal. En primer lugar, la decisión final no es de la Consejería de Sanidad, es del Gobierno, es política. Me da la impresión, no solo en esta comunidad sino en todas, que no son las decisiones que tomarían desde las consejerías de Sanidad.
Inversión en Sanidad
¿Qué quiere decir?
Tienen en cuenta otros criterios, otras informaciones que a mí se me escapan. No soy un experto. Creo que están diciendo las cosas como son. El puro es tremendo, nuestra Comunidad está entre las peores, dentro de una nación que está entre las peores a su vez. Cuando se tenga que hacer un análisis científico, detallado, con tiempo y medidas más depuradas, habrá que ver todo esto y analizarlo.
Habría que escuchar a los expertos…
Por eso, esa corriente epidemiológica que le pide al Gobierno que haga una evaluación continuada de la respuesta al Covid científica, por expertos sin conflictos de intereses y limpia de influencia política,… a mí me parecería muy acertada.
¿No les hacen caso?
No, por eso escriben fuera de España. Lo hacen en The Lancet, una de las revistas más prestigiosas de la medicina. Están pidiendo esa evaluación, pero no les hacen caso ni en las comunidades autónomas, ni en el Gobierno.
Vamos a darle voz… ¿Qué es lo que piden?
Es algo tan sensato como la evaluación e investigación de un hecho. Inevitablemente, todo está contaminado políticamente, aquí y en todos los lados. Ver a Fauci, uno de los expertos en Medicina Interna en Estados Unidos, al lado de Trump, me produce sonrojo.
José Manuel, ¿qué haría si Pedro Sánchez le llama para que le dé un consejo de como invertir bien en Sanidad parte de los 144.000 millones de euros que vendrán de Europa?
La diría que para la atención sanitaria se necesita la misma cantidad que precisábamos antes de la pandemia. Es mucha, porque ha habido un déficit de inversión y de recursos humanos desde hace bastante tiempo y ahora lo estamos pagando. Lo que está ocurriendo ahora, no es por cómo se hacen las cosas ahora, que también, pero no la mayor parte, es por cómo estábamos. Es la historia de atrás la que determina la respuesta de hoy. No le pediría más de lo que hacía falta antes de la Covid.
Pero, que os lo dieran de verdad.
Claro. Una política de recursos humanos basada en el mérito y bien formados; dotaciones técnicas basadas en la evidencia científica y no en otros criterios; equipos que sean necesarios, pero no deslumbrantes que vayan a estar infrautilizados; en convocatorias periódicas, que no hubiera tantas personas con contratos temporales de forma continuada, porque eso es un error por todos los medios. Imagínate un médico de cabecera que cambia cada tres meses, eso no tiene sentido, si la base de la medicina de Familia es la visión longitudinal del paciente a lo largo de la vida. También le pediría una menor contaminación de lo político partidista y una mayor política del bien común, de las personas, porque lo otro pigmenta todo de demagogia y de populismo barato que no hace bien a nadie. Es una mentalidad cortoplacista, electoral, pero no a largo plazo, reflexiva y de auténticos estadistas.
¿Hacen falta más médicos?
Con la información que se tiene, no se puede responder a esa pregunta, porque muchos se han ido fuera…
Escribía Miguel Barrueco que la formación de un médico/especialista nos cuesta casi un cuarto de millón de euros, es lógico que en otros países los reciban con los brazos abiertos…
Sí. La experiencia que tengo con personas que han trabajado aquí y ahora están trabajando fuera, es que son bien recibidas y que tienen puestos de trabajo mejores de los que habrían tenido aquí. Si yo pudiera, los traería. También mantendría el sistema MIR por encima de todo, pero no aumentarlo artificialmente por presiones de un momento determinado creando un mayor número de plazas, sin ningún tipo de análisis previo que justifique ese número de plazas. Es una pena que por presiones de un día se aumente de un año para otro en un 15 o 20% el número de plazas sin ton ni son, cuando no se ha evaluado previamente la capacidad docente de los sitios donde van a ir esas personas. Creo que en este sentido se están haciendo las cosas regular, tirando a mal.
Hay vida inteligente fuera del hospital
José Manuel Iglesias Clemente es médico de Familia en el centro de salud de San Juan. Asegura que es un centro “privilegiado”, porque tiene todas las características para trabajar bien. Es un centro de formación de residentes médicos, de enfermería, también en formación de Trabajo Social.
San Juan es el segundo centro que se creó en Castilla y León, pero solo por dos días, el primer fue en Valladolid y de los primeros que se crearon en España. “Siempre ha sido un centro docente, por tanto este centro no es en absoluto un ejemplo del resto de los centros que hay, ni en la provincia, ni en la capital, ni en la comunidad, ni en la nación. Tiene unas características muy específicas”.
¿A qué se refiere con esas características?
El hecho de ser un centro docente es muy bueno, sobre todo para los que somos docentes, porque todos los años nos enfrentamos a gente nueva y eso es un reto, porque están preguntando, proporcionando cosas nuevas, te obligan a estar al día, es inevitable, porque si no se te cae la cara de vergüenza.
(Risas)
Independientemente del centro. ¿Qué carencias se tienen en Atención Primeria?
Para mí, la fundamental es el empobrecimiento del puesto de trabajo, pero aquí en el centro de San Juan no se tiene. Creo que se podrían hacer muchas más cosas, hay mucho por explorar en la Atención Primara, pero comparado con otros centro de salud, somos un poco privilegiados.
¿Por qué hemos pasado en pocos años de tener al médico de cabecera como una persona cuya opinión era válida a no considerarlo?
En primer lugar hay una despoblación en el medio rural que hace que no tenga sentido que haya un médico en cada pueblo, por una razón técnica, no económica, es que para ser competente en una determinada materia tienes que practicar una masa crítica. Uno de los grandes de la Medicina, Osler, decía que la Medicina es un oficio basado en la ciencia, en una ciencia aplicada, pero los oficios, si no se practica pierdes habilidad, competencia,.. Para eso, necesitas un número de población adscrito que tenga un número de problemas de salud que te permitan mantenerte actualizado. Eso no se consigue con núcleos de población con menos de cien habitantes y con las mismas patologías.
En la actualidad, los pacientes no tienen a su médico de familia como referente, sino que tiene como referente el hospital, los especialistas, la tecnología,… no hay diagnóstico sin pruebas, hacer un análisis, se acude inmediatamente a urgencias y dejan el primer punto de atención sin acudir. Van directamente al hospital. “La imagen que se está dando de la medicina es heroica y artificiosa, que no tienen nada que ver con la realidad. ¿Con que se queda la población? con la tecnología, con el hospital como un templo del saber y con la impresión de que fuera de la muralla del hospital no existe vida inteligente. Lo cual, no es cierto”, matiza Iglesias Clemente.
Si nosotros no acudimos a los médicos de familia, ¿la Administración les tiene menos en cuenta?
Es un círculo vicioso. Los servicios que se prestan a los ciudadanos tienen que ser como la mujer del César, no solo ser honesta, también parecerlo. Aquí igual. Si tú empobreces, en cuanto a funciones y capacidades, a los centros de salud y consultorios, si minusvaloras, porque son funciones repetitivas y reiteradas a los trabajadores de Atención Primaria, las personas lo perciben como tal y por tanto, ya no van ahí.
¿Qué tendríamos que hacer para revertirlo?
Si de verdad se quiere fortalecer la Atención Primaria, es hacer que parezca un centro de verdad, de atención sanitaria de calidad. En San Juan lo tenemos bien, pero no es un ejemplo, porque este centro está en la zona más céntrica de la ciudad, con una clase media acomodada, somos referentes, vienen aquí al centro de salud, pero sólo porque se hacen cosas. ¿Se podrían hacer más? Sí.
Los políticos dicen que apuestan por la Atención Primaria…
Hay un auténtico desequilibrio entre lo que dicen y la realidad.
¿En qué sentido?
Hay un estudio reciente realizado en Estados Unidos, publicado en una de las mejores revistas del mundo, que dice que por cada médico de Atención Primaria que añades, consigues aumentar la expectativa de vida en 47 días, por cada médico especialista que añades, solo en19. Si tenemos eso como base de sustentación teórica y científica, la razón por la cual existe esa diferencia entre la retórica política y la realidad, no se entiende. La falta de inversión, de cuidado y mantenimiento de los centros,…
Centro médicos sí se construyen…
Sí, siempre que sea cuestión de hacer, eso lo tienen muy fácil, el caso es mantenerlo. Esa diferencia es sangrante.
¿Los políticos les preguntan alguna si necesitáis algo?
(Silencio) No hay una buena comunicación basada en la ciencia. Las razones por las cuales se producen las inversiones o las dotaciones, no son tanto científicas, como de demanda por determinados grupos de presión, tanto en Atención Primaria, como otras, como por razones sólidas y científicas, en cuanto a dotaciones de los centros.
¿Qué necesitan los centros?
Siempre pongo el mismo ejemplo. Puedes tener un aparato para medir la tensión durante 15 o 20 años y no te lo han renovado, ni nada por el estilo.
Eso es básico…
Sí, tomas la tensión muchas veces al día, por lo que conviene revisarlo y ver si están bien, pero eso parece que no tiene mayor importancia. De pronto, hay algo y se pinta el centro, pero tiene muy poco que ver las inversiones que se realizan con las necesidades reales. Esa es la impresión que yo tengo, que puede que esté equivocada.
«La mayor heroicidad es hacer lo que uno tiene que hacer todos los días»
¿Cómo están? Porque si ustedes están bien, nosotros, como pacientes, estaremos mejor…
Nosotros estamos bien en el centro de San Juan. Tenemos una dotación de recursos humanos insuficiente, para este momento, pero eso es inevitable. Tenemos mucho trabajo, pero nuestra población suele entender muy bien las cosas. Es excepcional que alguien venga de malos modos, a pesar de que es una situación, que produce inseguridad, miedo,… a pasar de tener que esperar en la calle, lo cual es inevitable, porque dentro hay un riesgo de contagio,… Nuestra población nos conoce desde el año 85.
¿Cómo están los demás centros?
No lo sé. Estoy en medio de los árboles y no puedo ver el bosque. Eso tiene que ser alguien que tenga una visión más de arriba.
¿Les está costando mucho la atención telefónica?
Nos está resultando pesada, porque lo es. Físicamente lo es. Cuando tienes la persona delante, la comunicación es verbal y no verbal y por teléfono, se pierde. Bien es cierto, que no es lo mismo una persona del hospital que ha visto al paciente una sola vez, que nosotros que los conocemos de toda la vida. Cuando yo oigo a una persona que la conozco de toda la vida, es como si la tuviera delante, conozco su biografía,…
El personaje del doctor House decía que los pacientes siempre mentimos…
Tanto como los médicos (Risas). Los paciente mientes y los médicos también. Todos procedemos del mismo huerto, que es este país.
Ahora que se les ha considerado héroes, ¿les han dotado de material para ‘salvar’ a la sociedad?
Nos han permitido hacer una serie de pruebas diagnósticas que son muy necesarias. Nunca me ha gustado esa fase inicial de los aplausos, me pareció artificial, porque no éramos héroes entonces, ni villanos ahora, ni nunca. La mayor heroicidad es hacer lo que uno tiene que hacer todos los días.
Pero todos…
Todos, y no es tan fácil. No echo de menos la primera fase.