La recolección de la uva en la D.O.P. Sierra de Salamanca ha concluido esta semana con una producción total de 234.644,44 kilogramos de uva entre variedades blancas y tintas.
Se trata de un año en el que la vendimia ha sido especialmente escalonada debido a las precipitaciones en el último tramo de la campaña, pues empezó el día 25 de agosto y ha terminado el 7 de octubre.
Por variedades, el 47% de la uva ha sido de la autóctona Rufete (108.934,39 kg), mientras que el 42% ha sido de Tinto Aragonés (Tempranillo). Cabe destacar que el 6,9% de la producción total corresponde a la recientemente reconocida por el BOCYL Rufete Serrano Blanco, lo que significa que los elaboradores de la zona ya confiaban en el potencial enológico de esta casta desde hace años.
La calidad de la uva ha sido excepcional, aunque se ha registrado en torno a un 20% menos de uva con respecto a la media de la D.O.P. debido a dos factores: por un lado, el verano ha sido muy seco, por lo que las bayas eran más pequeñas y concentradas; por otro, hubo algunos problemas de mildiu durante la floración (sobre todo en la zona Suroeste de la región) que fueron difíciles de controlar debido a la situación derivada del Covid-19.
La primavera fue bastante lluviosa y el verano muy seco, las temperaturas en agosto estuvieron por debajo de la media, por lo que las uvas mantuvieron la acidez.
La recogida de la uva comenzó en Villanueva del Conde, en un pequeño valle orientado al sur, y terminó en una parcela a gran altitud en San Esteban de la Sierra, cuya uva irá destinada a realizar una elaboración especial que también requiere que las bayas estén más maduras.
Sin embargo, el 85% de la vendimia tuvo lugar entre el 31 de agosto y el 17 de septiembre. Las diversas altitudes, suelos y la orografía de la zona marcada por los valles y cumbres son otros de los factores que contribuyen a esta heterogeneidad de vendimia en la D.O.P. Sierra de Salamanca.
