El puente del Pilar, quizás el que más turistas atrae a Salamanca, sobre todo de Madrid, ha comenzado a medio gas.
El cierre de Madrid para impedir que sus ciudadanos salieran en estampida de puente y el frío han permitido que la primera jornada del largo fin de semana transcurra sin aglomeraciones en el centro.
Las terrazas, igualmente, estaban sin demasiado ambiente, y la Plaza Mayor también ofrecía un aspecto demasiado tranquilo para un sábado por la tarde y con la bandera pintando la facha del Ayuntamiento.
Las previsiones de los hosteleros eran de tener una ocupación del 30% sin contar las anulaciones de última hora que se hayan podido producir.