Llega la temperada de la gripe y de los catarros en plena pandemia del coronavirus. Una situación inédita que genera cierta desazón, porque sus síntomas parecen indistinguibles, pero el paso de los primeros días desvela sus diferencias. Por otra parte, la vacuna, el uso generalizado de la mascarilla y la higiene de manos refuerzan la prevención de la gripe, que tiene más complicado propagarse. O al menos, eso se espera.
Síntomas del resfriado común o catarro
Hay al menos 100 virus que pueden causar el resfriado común, pero solo cuatro que causan la gripe estacional. Suele venir con aumento de la mucosidad nasal, tos, dolor de garganta y estornudos, pero no acarrea normalmente dolores musculares o fiebre alta. Es una enfermedad viral que afecta al aparato respiratorio superior y no ahonda tanto en la infección como en los otros dos supuestos.
Síntomas de la gripe
Infección vírica que sí acarrea fiebre y dolores musculares, además de cuadros de tos y estornudos. La fiebre, los dolores y los dolores de cabeza de un caso grave de gripe son generalmente peores que un caso de resfriado común.
En casos más severos hay escalofríos, dificultades para respirar y cefaleas severas, o vómitos y diarrea (sobre todo en niños), pero la complicación más común es la neumonía. Los signos típicos de una neumonía por gripe son dificultad para respirar, especialmente cuando se esfuerza, y respiración inusualmente rápida.
Síntomas del coronavirus
De síntomas similares a la gripe, la diferencia está en la intensidad, sobre todo en lo relativo a los dolores musculares; el cuerpo entero se queda molido. La fiebre sube más que en la gripe, y la tos es seca y persistente, por eso irrita el tejido pulmonar. También pueden aparecer náuseas, y la diarrea es común entre los adultos. Además, hay síntomas muy habituales, como la pérdida del olfato y la alteración del gusto.
Los síntomas menos comunes incluyen dolor de garganta, congestión, secreción nasal, vómitos, diarrea, dolor de estómago y sentirse un poco sin aliento cuando se esfuerza. Algunas víctimas tienen los ojos enrojecidos o con picazón, y algunas tienen enrojecimiento o ampollas en los dedos de las manos o de los pies, los llamados dedos Covid, que se asemejan a los sabañones.
Muchos médicos recomiendan comprar un oxímetro de pulso, un dispositivo en el que se introduce la punta del dedo índice o el corazón que mide los niveles de oxígeno en la sangre. Varias lecturas por debajo del 92 por ciento deberían provocar una llamada a un médico. Cuanto antes se detecte la neumonía, mejor será el resultado. Lo normal es dar una saturación de entre 95 y 98. Esto permite detectar la neumonía bilateral en sus estadios iniciales cuando aún no sientes problemas para respirar.
Los síntomas de Covid-19 en los niños son similares a los de los adultos.
En el caso de Covid-19, los síntomas pueden comenzar de dos a 14 días después de la exposición, pero la mayoría comienzan de cinco a siete días después.
Sin embargo, al igual que con enfermedades como el sarampión, puede comenzar a propagar el virus dos días antes de comenzar a sentirse mal. Por lo tanto, si cree que pudo haber estado expuesto, es muy importante advertir a los demás y aislarse de ellos lo antes posible, especialmente si son mayores o médicamente frágiles.
Prevención ante la llegada de la gripe
No se sabe aún hasta qué punto puede afectar al organismo la coexistencia de ambas afecciones.
Por otro lado, el uso de mascarillas y la higiene de manos intensiva, implantadas en nuestra sociedad como costumbres habituales por la covid-19, podrían ser decisivas para rebajar el impacto de la gripe este otoño. Ya ha ocurrido en el hemisferio austral en estos últimos meses.
Al reducirse, sobre todo, el tráfico aéreo, es más difícil que las cuatro cepas de gripe estacional habituales se «reinicien” y si lo hacen, las máscaras y el distanciamiento social deberían limitar su propagación.
No obstante, la Junta insta a los salmantinos a vacunarse contra la gripe. La OMS ha pedido que se refuercen además los programas de vacunación de neumococo, gripe o tosferina para adultos o personas calificadas de riesgo por sus patologías previas. Si contrae la gripe, dicen los expertos, haber recibido la vacuna hace que sea mucho menos probable que sea hospitalizado o muera.