El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, advirtió este viernes a los castellanos y leoneses de que la segunda ola de la pandemia del COVID-19 «puede ser aún más terrible que la primera» en Castilla y León, pero señaló que el Ejecutivo autonómico trabaja para la concienciación social de que es necesario el distanciamiento y, a la par, dotarse de los medios suficientes para afrontar el reto con mayores garantías que en marzo.
«Hay una parte que la administración no puede hacer con respecto a cómo parar el virus. No podemos cambiar el modo de vida de la gente, que es incompatible con el virus. Ese trabajo no se hace en un mes, porque la situación obliga a cambiar de forma de vida de manera radical, ya que el contacto social es vital pero deben entender que durante unos meses hay que vivir a distancia», reflexionó.
Por otro lado, Igea justificó las decisiones que la Junta de Castilla y León realizó en la primera ola de la pandemia del COVID-19 en Soria, y señaló que mucho antes que el alcalde de la ciudad, Carlos Martínez, saliera alertando de la situación sanitaria de la capital en las cadenas de televisión nacionales ya se habían tomado decisiones para fortalecer la sanidad en el Complejo Hospitalario de Soria.
«No hay que confundir las acciones con las reacciones. Muchas de las actuaciones que se pusieron en marcha en los peores días de la pandemia para Soria ya estaban habladas y solicitadas, mucho antes que el alcalde de la ciudad saliera por la televisión. Yo no digo si ayudaron o no y no quiero entrar en polémicas», exhortó, para señalar que no es «justo» que todo el trabajo que realizaron los sanitarios y todas las administraciones se resuma a «menos mal que el alcalde salió por la televisión».
En su opinión, hacer este tipo de razonamientos no es justo y no se corresponde con la realidad de lo que ocurrió.
Asimismo, Igea señaló que la Junta ha incrementado en el gasto sanitario para afrontar la segunda ola de la pandemia y se han gastado 600 millones de euros más de lo que estaba presupuestado para incrementar los puestos UCIS en los hospitales por encima del 40 por ciento; tener más de 560 respiradores embalados para ser utilizados y millones de equipos de protección disponibles.
«Además, hemos iniciado una estrategia de rastreo que funciona de una manera eficaz en Soria y hemos agotado las bolsas de empleo», destacó para señalar que la afirmación de que «no se ha hecho nada» no es verdad, ya que las actuaciones son visibles.