La Fundación para la Cooperación Internacional de la Organización Médica Colegial (Fcomci) ha defendido el acceso a la sanidad como mecanismo para luchar contra la pobreza, una situación que, además, condiciona la salud de las personas más desfavorecidas
Servimedia / ICAL. Con motivo del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, que se celebra este 17 de octubre, la Fcomci recordó que, según la ONU la pobreza no solo se entiende como una falta de ingresos, se trata de un fenómeno multidimensional que comprende, además, la falta de las capacidades básicas para vivir con dignidad.
Además, esta Fundación subrayó que las personas que viven en la pobreza experimentan muchas privaciones interrelacionadas que se refuerzan mutuamente, impidiéndoles ejercer sus derechos y perpetua su pobreza, entre ellas como es el acceso limitado a la atención médica, condiciones de trabajo peligrosas, vivienda insegura, falta de alimentos nutritivos, acceso desigual a la justicia y falta de poder político.
A este respecto, el vicepresidente primero de la Fcomci y médico cooperante en África, el doctor Tomás Cobo, explicó que “muchos países en desarrollo carecen de estructuras sanitarias sólidas, algo que, sumado a la falta de los profesionales médicos y sanitarios, incrementa las desigualdades en el acceso a la salud y agrava la pobreza de la población. Con esta pandemia los más pobres aun serán más pobres y los niños, una vez más, serán los más perjudicados”.
Desde esta Fundación, «trabajamos por vehiculizar la labor de muchos voluntarios y cooperantes que acuden a estos países para garantizar la atención sanitaria de sus habitantes a través de misiones humanitarias”.
Programas de cooperación
La labor de la Fcomci está alineada en torno al Tercer Objetivo de Desarrollo Sostenible sobre Salud y Bienestar. La Fundación tiene, entre sus líneas de trabajo, el desarrollo de programas de cooperación médico-sanitaria en países en vías de desarrollo, directamente o a través de organizaciones e instituciones especializadas, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de sus poblaciones y garantizar el acceso a la sanidad.
Asimismo, participa en iniciativas de cooperación para el desarrollo, salud en emergencias y/o ayuda humanitaria que defienden la protección de la salud de la población de los países en vías de desarrollo a través de la labor de los profesionales médicos voluntarios y cooperantes.
De esta manera, establece una plataforma de apoyo y asesoramiento para el médico cooperante y voluntario, y desarrollo de prestaciones que favorezcan el ejercicio de su labor según las necesidades detectadas a través del Registro Nacional de Médicos Cooperantes y Voluntarios; dispone de una plataforma de trabajo, consulta e intercambio de información para los profesionales médicos y las organizaciones de desarrollo del ámbito médico-sanitario; y desarrolla programas de formación especializada dirigidos a los profesionales médicos, en los distintos ámbitos que sean identificados como necesarios para asegurar una formación integral y multidisciplinar, que dé respuesta a sus necesidades.