[dropcap]T[/dropcap]ienes que entrevistar a la nieta de Celso. Dicen que es una de las mejores futbolistas de España”. Con esta casi orden de los octogenarios de Tenebrón, coetáneos de Celso Pérez, comenzó a cocerse la entrevista.
Ellos solo sabían que su segundo apellido era Pérez. Desde la Federación Española de Fútbol indagaron y tras varios días, dedujeron que la nieta de Celso era Nahikari García Pérez, jugadora de la Real Sociedad y la Selección Española de Fútbol. Les sorprendió y les alegró que unos señores que rondan o pasan de los ochenta años en un pueblo de 150 habitantes de Salamanca, conocieran y siguieran los avatares del fútbol femenino en nuestro país.
La Federación nos abrió el camino para hablar con la Real Sociedad y la charla con la nieta de Celso, Nahikari García Pérez, derivó sobre sus recuerdos de niña en Tenebrón “recuerdo ir a la piscina nueva y a las viejas”, de sus clases de Medicina y de su vida como deportista de élite.
La última vez que Nahikari García Pérez pasó por Salamanca fue cuando su equipo la Real Sociedad disputó la Súpercopa de España, llegó hasta la final, pero la perdieron contra el Barcelona. No obstante, tiene un recuerdo muy bonito de su paso por Salamanca. “Me hizo mucha ilusión. Es un lugar donde he estado muchos años y poder ir a jugar, fue especial. Además, me trataron muy bien”.
Nahikari, fuiste profesional con 16 años. ¿Cómo se vive esa responsabilidad siendo tan joven?
En el momento no eres consciente. A mí me dieron la oportunidad de llegar al primer equipo muy joven, fue todo muy rápido, porque a la semana ya estaba jugando de titular. En esos momentos el equipo necesitaba una delantera y desde entonces ha ido todo muy rodado. He tenido un camino fácil, muchos minutos y las cosas me fueron bien metiendo goles. En ese momento vas con la inercia. Ahora que han pasado unos años, te paras a pensar y es una pasada. Es raro que hoy en día una jugadora debute con 16 años y tenga tanto impacto en un equipo.
¿Cambió mucho tu vida?
Sí. En esos momentos lo llevaba con la naturalidad de que quería ser futbolista, no me parecía un sacrificio. Me quitó tiempo de estar con mis amigas, disfrutar de eventos familiares, vacaciones, que estuve muchos años sin tener veranos,… Si era consciente de que dejaba cosas, que mi vida no era como la de mis amigas, porque con 16 años tenía un trabajo y una dedicación, pero he sido muy estricta y no me ha importado. Ahora, nuestras vidas se han equilibrado más, ellas tienen sus trabajos y nos ajustamos mejor.
¿Cómo es la vida de una deportista de élite?
Muy rutinaria. (Risas) Nos pasamos toda la mañana en las instalaciones de Zubieta –Real Sociedad- entrenamiento, gimnasio, fisio,… comemos allí y la tarde aprovecho para estudiar, llevar la Universidad al día (estudia 3º de Medicina) y descansar. Le demás mucha importancia al descanso y a la alimentación. Los fines de semana son laborables con la ilusión del fin de semana del partido y de estar en forma y concentrada.
¿Qué importancia le das al entrenamiento psicológico?
Cada vez se le está dando más importancia. Quizá en el fútbol ha tardado en llegar, pero ha venido para quedarse. Es imprescindible. La cabeza te consume mucha energía y está relacionado con muchos momentos tanto en el rendimiento como con el estado físico. Muchas lesiones vienen cuando emocional o psicológicamente no se estás tan fuerte. Nosotras llevamos tres años trabajando con el psicólogo deportivo y siempre es un recurso y una ayuda importante para echarte una mano. A lo largo de la temporada, pasas por muchos estados de ánimo, por muchas etapas, tú día a día te influye y saber equilibrarlo y regularlo es muy importante en el juego.
Estudias Medicina y tienes una carrera profesional como futbolista. ¿Os ayudan desde la Universidad a compaginarlas como ocurre en las americanas?
Creo que es un punto a mejorar en España. Las universidades no están preparadas para tener entre sus alumnos a deportistas de élite. Voy a hablar de mí. Cuando entré en Medicina estaban muy perdidos, no sabían hasta dónde podían actuar y hasta dónde sí acceder a cambios de horarios de exámenes,…
Se les llena la boca diciendo que tenemos que fomentar deporte y estudios, que los jóvenes estén preparados en todos los ámbitos, pero en el fondo no nos dan herramientas o facilidades para poder hacerlo. Deberíamos dar un paso adelante, regular un poco las cosas y ayudar a los deportistas, porque lo que hacen es trabajo, además creo que es una suerte tener deportistas que están intentando formarse para el futuro.
¿Por qué el fútbol femenino no es una moda?
No queremos que sea pasajero. Nosotras hemos llegado para quedarnos. Llevamos trabajando durante muchos años. Cuando llegué con 16 años no tenía nada que ver con lo que es hoy en día. He tenido mucha suerte de ver el proceso, del trabajo que hay detrás de todo esto, de cómo se cuidan y trabajan las jugadoras para que se nos tenga en cuenta, que se considere, se disfrute con nuestro fútbol y se valore. Son muchas horas de entrenamiento y dedicación que se vea recompensado.
Hablando de esto. ¿Crees que aquí formamos a las futbolistas y debido a la cláusula de formación, el talento lo aprovechan otros países?
En la Liga se está dando un poco esto. Tenemos que tener en cuenta que en Inglaterra, Francia y Alemania están apostando muy fuerte por el fútbol femenino. En España, no está acotado el número de jugadoras extranjeras, por lo que ante la falta de oportunidades y la cláusula del convenio donde se equipara la formación masculina y femenina, cuando el potencial económico no es el mismo, muchas jugadoras de la cantera ven como única vía de poder seguir jugando, marcharse al extranjero.
¿Te acuerdas de la primera vez que tocaste un balón?
No. Desde muy pequeña me recuerdo con balones en las manos o en los pies, porque me gustaba cualquier tipo de deporte. Mi madre dice que me han gustado las pelotas, desde siempre.
Su primer fichaje fue con nueve años y nunca ha tenido ningún problema jugando al fútbol. “Siempre he tenido mucho carácter. Los chicos no se atrevían a decirme nada, pero lo cierto es que he estado muy integrada. Jugaba sin ningún problema con mis amigas y amigos. Yo era de las que hacía el equipo para los partidos de fútbol en el recreo”.
Eres delantera. ¿Es difícil tirar a puerta?
La portería y la delantera son los puestos más complicados. Aquí se deciden los partidos, pero hay mucho trabajo de todo el equipo. Los que lo vivimos desde dentro, sabemos que si no hubiera el trabajo que hay detrás, el gol no llegaba nunca.
¿Sois más educadas que los chicos en el campo?
(Risas) Hay de todo. Creo que nos respetamos más. Siempre se dice que el fútbol femenino es mucho más sano, tanto dentro como fuera, en las gradas no se escuchan los insultos que se oyen en el masculino. Espero que se mantenga. Es un fútbol mucho más familiar y noble.
¿Cómo estás llevando este momento de no tener público?
Es una pena, porque durante estos últimos años habíamos crecido mucho. Ahora es raro no sentir al público. Es como dar cinco pasos atrás. Es parecido a cuando empecé con 16 años que venían los cuatro padres de las jugadoras y poco más. Sabemos que es una situación excepcional y transitoria. Nosotras en Zubieta sí que vamos a poder tener 150 personas disfrutando con nuestro juego. Los deportistas siempre queremos que los espectadores pasen un buen rato con nuestro trabajo.