Ana Obregón pide perdón por compartir su dolor

[dropcap]A[/dropcap]na Obregón perdió a su único hijo Aless Lequio hace cinco meses. Durante este tiempo ha ido contando cómo se siente y el bien que le hace publicar esas emociones que lleva dentro. Ahora, la empresaria pide que la perdonen sus seguidores. «Siento muchísimo compartir con vosotros mi dolor porque siempre a lo largo de 40 años en mis trabajos mi intención era contagiaros felicidad, haceros reír, soñar, que olvidarais los problemas. Necesito que me entendáis, he perdido todo, mi único hijo. Y no tengo ganas de reír, ni de bailar, ni de ponerme modelitos y por ahora no puedo trabajar».

Todas las madres y todos los padres que han perdido un hijo saben el sufrimiento por el que está atravesando en estos momentos la actriz y presentadora de televisión. Eso sí, al igual que las personas que han perdido un hijo, Ana Obregón no está fuera de la realidad y vive el presente que le ha tocado vivir.

Por ello, tiene una dura crítica contra los políticos por la gestión que están realizando durante esta crisis sanitaria, social y económica en la que vivimos a consecuencia de la Covid-19.  «Decía Einstein que el auténtico valor del ser humano viene determinado principalmente en la medida que ha conseguido liberarse del Yo. De ese Ego que contamina todo. Hasta a los políticos, que jugando a ser médicos y midiendo constantemente su Ego y su poder, conseguirán tener en su currículum un montón de vidas de españoles. Desde mi corazón mi más sentido pésame a las familias de los 50.000 ( 33.000) fallecidos en España por esta pandemia (sindemia)», explica Ana Obregón, bióloga de formación.

Han pasado cinco meses y Ana Obregón ha decidido apartarse del mundanal ruido y está meditando en calma para encontrar la paz en este viaje hacía su interior. «Conectando con mi conciencia espiritual o el alma, porque las almas son eternas y de esta forma me acerco más a ti. Siguiendo tu ejemplo, iluminada por tu luz».

En este retiro lleva más de un mes, aclara que se marchó «antes del estado de alarma» y agradece las miles de «manos anónimas» que la acompañan y «sujetan fuerte» para que no caiga más hondo. «Os estoy infinitamente agradecida. También sé que mis hermanas no me han soltado la mano ni un segundo. Pero sobre todo sé que tú , Áless, me mandas ese inmenso amor desde la eternidad y que si algún día vuelvo a vivir será por ti», concluye.

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