Cáritas Diocesana de Salamanca presentó este miércoles su nueva campaña sobre personas sin hogar bajo el lema ‘No tener casa mata’, tras atender a un total de 555 ciudadanos sin techo en lo que va de año en la provincia mediante sus dos recursos destinados a este colectivo: Espacio Abierto y la casa de acogida Padre Damián.
C.T.M. / ICAL.- En el primero, y tal y como explicó el coordinador de este recurso en Salamanca, David Martín del Molino, se atendieron un total de 411 personas diferentes, 88 de ellas “por primera vez”, desde una perspectiva “asistencial y educacional como primer paso para la recuperación de la persona”. El Espacio Abierto funciona así como “centro de día” y su propósito principal es “proveer a las personas de necesidades básicas como alimentación o higiene”.
No obstante, la crisis del COVID-19 afectó a este enclave, que ha debido adaptarse a “nuevos horarios y nuevas formas de intervención, sin dejar de atender las necesidades básicas” y, en pleno estado de alarma, colaboró con el Ayuntamiento de Salamanca para gestionar y preparar las cenas de las personas sin hogar confinadas en el albergue municipal Lazarillo de Tormes.
Por su parte, el centro Padre Damián recibió en su servicio de acogida a un total de 223 personas en 2020, de las que 30 llegaban a este punto de atención a personas sin hogar “por primera vez”. Durante el confinamiento, además, vivieron en este punto 24 personas dentro de un espacio previsto para 33 pero que tras el inicio de la pandemia, como consecuencia de la necesidad de mantener la distancia de seguridad entre personas, vio reducida su capacidad habitual en 6 personas, alcanzando, no obstante, el cien por cien de la ocupación en la actualidad.
En cuanto al perfil de las personas atendidas en ambos espacios por los 20 voluntarios que, en total, suman el Espacio Abierto y el centro Padre Damián de Cáritas Salamanca, el 82 por ciento de los 555 ciudadanos atendidos son hombres, mientras que el 58 por ciento son nacidos en España por el 14 por ciento llegados del resto de Europa, 13 por ciento de países árabes y 12 por ciento de Latinoamérica. El 73 por ciento se encuentra en la franja entre 30 y 59 años, mientras que un 12 por ciento son personas entre 20 y 29 años y un 8 por ciento tiene entre 60 y 69 años.
La campaña
Ahora, con la campaña sobre personas sin hogar, “consolidada ya en España y Salamanca tras 28 años”, la ONG católica pretende “visibilizar el grave problema por el que pasan numerosas personas que se ven obligadas a vivir en la calle”. Una circunstancia cuya gravedad se ve acentuada por “las circunstancias sobrevenidas por el coronavirus COVID-19”, al emerger de la crisis “una sociedad más frágil con una hoja de ruta que da más incertidumbres que certezas”, como explicó el director de la casa de acogida Padre Damián, Alfonso García.
Por ello, con la campaña se quiere “llamar la atención de los poderes públicos sobre los efectos que la falta de una vivienda adecuada supone para miles de personas”, dos millones en el conjunto del país, puesto que “no tener casa impide tener un hogar, un espacio básico de protección, y supone un serio impacto en la salud física y mental”, especialmente en una situación de confinamiento por la pandemia donde “todo es mucho más difícil”.
Así, desde Cáritas Salamanca se pide la creación “urgente” de una Ley estatal de Garantía de Acceso a la Vivienda, “incrementar el esfuerzo realizado por la Administración pública en materia de rehabilitación y mantenimiento del parque de viviendas y del alquiler social de manera preferencial”, definir una estrategia de lucha contra el sinhogarismo “con dotación presupuestaria adecuada”, y la continuación de “la medida extraordinaria de la paralización de los desahucios”.
Para visibilizar estas peticiones, el personal voluntario de Cáritas Diocesana de Salamanca realizará un ‘flashmob’ en la Plaza Mayor de Salamanca mañana jueves, 22 de octubre, a partir de las 12.00 horas, con el objetivo de mostrar el eslogan de la campaña de este año, ‘No tener casa mata’, y leer un manifiesto elaborado por personas que han vivido en la calle.
