La Audiencia provincial de Salamanca ha condenado a J.M.H. a 16 años de prisión (10 años y medio por homicidio y otros cinco y medio por homicidio en grado de tentativa) como autor de las puñaladas que recibieron un hombre que falleció por la agresión y su cuñado, quienes se hicieron pasar por guardias civiles para robarles la droga en la autovía A-66 en el término de Beleña.
El juicio se celebró en diciembre de 2019 y en él quedó probado que la mañana del pasado 6 de diciembre de 2016 y procedentes de Algeciras (Cádiz) llegaron a la ciudad de Salamanca a bordo de un vehículo Ford C-Max, matrícula , los procesados, N.A.H., J.M.A., M.O.S., y otra persona que ahora no se juzga, al parecer, con el fin de vender en la ciudad Salamanca una partida de hachís, cuya cantidad e importe se desconoce.
Ya en la ciudad del Tormes, N.A.H. contacta telefónicamente con una conocida suya, residente en Santa Marta de Tormes, llamada N.B.N., con la finalidad de ofrecerle la droga o sustancia estupefaciente o, si no le interesaba su adquisición, le pudiera ofrecer información acerca de personas que sí estuvieran interesados en dicha sustancia ilícita.
La indicada que no estaba interesada en la compra de la droga, sin embargo, llamó a J.L.J.E. (en dicha fecha, de 41 años de edad) para ver si él estaba interesado, contestándole éste que no tenía dinero para adquirirla, pero que, como atravesaba dificultades económicas, quería o pensaba hacerla suya, sin pagar nada por la misma, es decir, sustraerla de sus poseedores, solicitando de su colaboración para poder conocer y localizar a las personas que, se dice, podían tener consigo la dicha sustancia.
La mujer se puso en contacto con el N.B.N. el que traía la droga desde Algeciras, pidiéndole una cita con el fin de apreciar la calidad de la droga, cara a una supuesta intención simulada de adquirirla, propiciándose así un encuentro, en torno a las 22 horas de ese mismo día, en las inmediaciones de la gasolinera “Galp”, ubicada en las proximidades de Santa Marta de Tormes.
La mujer acudió sola en su coche, pero la seguían en otro vehículo J.L.J.E. y su cuñado B.H.C. -del que había solicitado su colaboración a los efectos pretendidos de hacerse con la droga-.
Tras el encuentro entre la mujer y los que presuntamente traían la droga, la inculpada confirmó que o estaba interesada. En ese momento los traficantes emprendieron el viaje de regreso a Algeciras por la A-66, momento en el que empezaron a ser seguidos por J.L.J.E y su cuñado B.H.C.
Al llegar a la altura del km. 365,850 de la autovía en el término de Beleña, J.L.J.E. decidió cortar el paso y dar el alto al vehículo en el que iban los procesados, logrando que detuvieran su marcha; y saliendo de su coche y simulando ser un agente de la Guardia Civil se dirigió al vehículo ocupado por los acusados, exhibiendo a dichos ocupantes una placa falsa (sin que conste certeramente que portara un arma de fuego simulada, pero sí una pequeña navaja), a la vez que se acercaba, también, haciendo uso de un walkie talkie simulado, a modo de transmisor de la Guardia Civil, terminando por decirles que no se movieran del interior del vehículo, intentado abrir y abriendo su maletero en busca de la droga pretendida, y rebuscando para detectar donde la misma pudiera encontrarse…
Tres puñaladas
En un momento determinado, percatándose o sospechando los procesados que ni J.L.J.E. ni su cuñado ni eran, en verdad, guardias civiles, salen del vehículo en el que se hallaban con el fin de hacerles frente y, en su caso, evitar que aquéllos les quitasen lo que pudieran llevar, no sin antes rociar M.O.S. con un spray de defensa personal que tenía en su bolso, la cara del cuñado logrando que perdiera durante unos segundos la visión, momento en el que los otros acusados se dirigen agresivamente hacia J.L.J.E. y J.M.H. provisto de un arma blanca (cuchillo o navaja) le asestó a aquel tres puñaladas, una de ellas que le atravesó el corazón, con ánimo de acabar con su vida.
Casi sin solución de continuidad, el mismo J.M.H. con dicha arma blanca, apuñaló también al cuñado con idéntico ánimo homicida, alcanzándole en el hemitórax y en la zona lumbar izquierda, mientras que N.A.H y M.O.S. llegaron a propinar algún golpe a los dos que se hicieron pasar por guardias para robarles la droga.
Tras ello, estos dos últimos, pudieron zafarse y alejarse un poco de los atacantes, logrando, mortalmente herido el primero y herido el segundo, introducirse en el vehículo Seat Ibiza, momento en el que los de Algeciras rompieron con una piedra el cristal de la ventanilla del copiloto y volvieron a rociar con el dicho spray a los ocupantes del vehículo.
Con mucha dificultad y huyendo, consiguió conducir y pilotar el Seat Ibiza dos kilómetros, hasta que, debido a las heridas, se desvaneció y perdió el conocimiento, en torno a las 23,20 horas del 6 de diciembre, terminando por salirse el dicho vehículo de la calzada y volcando lateralmente.
La Audiencia condena por estos hechos a J.M.H. a 16 años de prisión (10 años y medio por homicidio y otros cinco y medio por homicidio en grado de tentativa) como autor de las puñaladas que recibieron el fallecido y su cuñado.
El tribunal absuelve de los delitos de cómplices de amos delitos a M.O.S. y a N. A. H., pero los condena a una multa por maltrato de obra a los dos que se hicieron pasar por guardias civiles para intentar robarles la droga.
Inicialmente el fiscal pedía 20 años y seis meses para J.M.H., actualmente preso en la cárcel de Algeciras, de 36 años, por homicidio y otro delito de homicidio en grado de tentativa.
Para la también procesada M.O.S., de 21 años; y para N.A.H., de 22; el ministerio público pedía diez años para cada uno como cómplices de ambos delitos.