El presidente del PP, Pablo Casado, condicionó este lunes el apoyo de su partido al estado de alarma decretado ayer por el Gobierno a dos cuestiones: su limitación en el tiempo a ocho semanas y a la aprobación durante ese tiempo de una reforma de la Ley Orgánica de Medidas Especiales de Salud Pública de 1986.
Lo dijo durante su participación en el XXIII Congreso de Empresa Familiar, donde consideró su oferta “generosa”, porque permitiría encajar la propuesta del estado de alarma del Gobierno en el marco del Tribunal Constitucional, daría tiempo a las comunidades autónomas a contener la curva epidemiológica, contener la movilidad de los ciudadanos en los tres puentes que hay en noviembre y diciembre –Todos los Santos, Almudena y Constitución-, salvar la campaña navideña y dar “cierta tranquilidad” a los ancianos, a quienes se les permitiría ver a sus familiares antes del 9 de mayo.
Al mismo tiempo, dijo Casado, se podría reformar la Ley Orgánica de Medidas Especiales de Salud Pública de 1986 con el fin de que las comunidades autónomas cuenten con instrumentos jurídicos propios para poner en marcha medidas restrictivas que no pasen por el estado de alarma ni dependan del visto bueno de los jueces.