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Juan Luis Delgado: “Los agricultores y ganaderos preferimos precios justos a la PAC»

El presidente de Asaja Salamanca se muestra muy orgulloso de la tractorada que se vivió en la capital
Juan Luis Delgado - Asaja
Juan Luis Delgado, presidente de Asaja Salamanca (Fotos: Ch. D.)

El campo no querría la PAC si tuviese unos precios justos y dignos, de eso no hay duda. Pero, eso parece, a día de hoy, una misión imposible.

Ante esta situación, las ayudas de la PAC se antojan vitales para compensar las pérdidas de agricultores y ganaderos aunque cada reforma tienda un poco más a la baja que la anterior.

Salamanca, como provincia agroganadera por excelencia, juega un papel importante dentro de este sector y el presidente de Asaja, Juan Luis Delgado, destaca todas las posibilidades que podrían desarrollarse, y que pasan por instalar la cadena final del producto: transformación y comercialización.

O lo que es lo mismo, tomar el ejemplo de una industria como Guijuelo, referencia en toda España, más aún siendo la provincia con un mayor censo de vacuno de toda España. Precios justos, consumo de lo nuestro y unión en el sector son algunas de sus reivindicaciones. Pero, ¿qué análisis del sector hace el presidente de Asaja Salamanca?

La pandemia y el campo; ¿qué ha cambiado?

Nuestra actividad en sí no ha cambiado, porque seguimos realizado las mismas actividades tanto en agricultura y ganadería. Lo que sí ha cambiado es que, si ya veníamos protestando antes de la pandemia por la falta de rentabilidad, ahora todo ha bajado de una manera injusta. Tenemos peores precios y mayores costes añadidos y clama al cielo que nuestra actividad sea esencial y los productores reciben menos dinero por sus cultivos, pero el consumidor sigue pagando lo mismo, o más.

¿Por qué han bajado en origen con la pandemia?

Había una serie de productos ligados al canal Horeca (Hoteles, Restaurantes y Cafeterías) y eso se entiende que hay menos demanda. Lo que han bajado son algunos productos ganaderos como el lechazo, el tostón, las partes nobles del vacuno porque se consumían en restaurantes. En este apartado, podemos entenderlo, pero en otros como la patata, no, porque incluso el consumo en los hogares ha subida.

Cordero, lechazo y tostón también han bajado en origen, pero no al consumidor final; lo que hacen en no fomentar el consumo porque nadie va a pagar un chuletón al mismo precio que antes.

El cereal sonríe; ¿por qué sigue al alza?

Parece que la sementera en países del centro y norte de Europa no es como debería y así va a seguir; intentaron tirar por tierra el precio del cereal en la Lonja, pero no lo consiguieron. Por desgracia, lo que no sé es i ahora somos los agricultores los que tenemos ese cereal guardado porque lo tenían las almacenistas y ahora ya sí se pone en su precio. Nosotros animamos a no vender para que el precio sea justo y rentable.

Girasol y leguminosas, en peor situación, ¿por qué?

El precio inicial del girasol ha sido sangrante cuando nosotros somos deficitarios y no hallamos justificación; está repuntando, pero el precio inicial fue ridículo. Encima el alto oleico se está produciendo al precio del normal.

Juan Luis Delgado - Asaja

Nos trasladamos a la ganadería; el vacuno, ¿en qué momento está?

Creo que el sector del vacuno es de los peor pagados de este periodo; llevábamos unos años estables gracias al mercado exterior, y la vida nos da, pero ha sido el más olvidado, sin ninguna ayuda. Y como no se le ponga un remedio, vamos a pasar por momentos duros y si la vida no vale es porque la carne tampoco.

Salamanca, reina del vacuno; ¿por qué no ‘tiran’ los precios?

En Salamanca estamos perdiendo el valor añadido de la transformación; estamos dejando pasar la oportunidad de las canales y luego de las carnes elaboradas, perdiendo un filón. Las cooperativas y el resto, nos hemos encargado de hacer el trabajo sucio y que menos valor tiene; tenemos el mayor censo de España, pero sí vemos lo que se ceba aquí, no es ni el 4% de lo que se transforma, perdiendo un valor añadido, el último eslabón que es donde está el margen.

¿Por qué no se ha desarrollado esa capacidad?

Nos hemos limitado a usar la dehesa como ceba de cría y no hemos implementado los sistemas de transformación; primero los cebaderos (muchas trabas burocráticas), un buen sistema de mataderos… hay otros mercados en España con los sistemas muy consolidados y es un filón que deberíamos aprovechar para gozar de rentabilidad.

El sector del ovino pierde censo cada año y rentabilidad, ¿qué futuro tiene?

La provincia tenía una gran cabaña porque eran explotaciones familiares; no ha tenido una rentabilidad que compense el sacrificio y la inversión que lleva; el ovino de carne necesita mucha base de tierra y eso se ha revalorizado mucho. En Salamanca no somos terratenientes y la mayoría de las fincas son arrendadas; la PAC está ligada a la superficie y no hay mucho margen.

Para el ovino de leche, deben ser explotaciones muy grandes y eso requiere inversión, no hay que esclavizar a los trabajadores, obviamente, y todo eso genera muchos gastos. En España se está pagando por debajo de precios europeos y eso que somos deficitarios en vacuno y ovino. Y en Castilla y León, se paga por debajo de otras regiones.

El ibérico está ahora de capa caída, pero Salamanca sí tiene en Guijuelo a un filón… ¿cómo será su futuro?

El sector del ibérico lo veo con una salida en el mercado asiático por la peste porcina que afecta a esos países; lo que no podemos es bajar la guardia porque ya hay casos en Alemania y si llegara aquí, sería su hundimiento.

Hay que apostar por las integraciones, que haya menos riesgo y estar en un sistema más global da unas garantías; tenemos el ejemplo de Guijuelo, que es lo que se consigue cuando se acaba el ciclo y no como ocurre en el vacuno.

¿Habrá problemas para exportar nuestros productos, especialmente a Asia?

El sector agroalimentario español tiene unas garantías increíbles y eso es lo que nos ha abierto las puertas de los mercados asiático y árabe. Creo que no debería haber problemas porque cada vez hay más seguridad; si estos países solo fueran a buscar carne, la buscarían en Argentina o Brasil, pero nosotros tenemos una bandera de calidad y por eso creo que no nos afectará. Asia tiene una demanda real de porcino porque han tenido que sacrificar a millones de cerdos y no tiene infraestructura.

Juan Luis Delgado - Asaja

Con la pandemia, ¿ha subido el reconocimiento político y social del campo?

En algún momento nos parecía que se reconocía nuestra labor… pero eso duró dos o tres semanas, porque luego con la reforma de la PAC han demostrado que no y no estamos valorados como un sector esencial. El presupuesto es a la baja y seguimos trabajando por debajo de costes, nos sentimos olvidados por los políticos igual que antes de la pandemia. Es cierto que en la sociedad sí hemos visto un reconocimiento, pero eso se olvida y nadie mira el etiquetado para consumir nuestros productos; se compra lo más barato sin saber de dónde viene.

Comprar los productos españoles es, por tanto, el mejor reconocimiento que podéis recibir.

Lo único que pedimos es jugar en la misma liga y trabajar en igualdad de condiciones; es extensión no podemos competir con grandes países con Paraguay, Argentina, Brasil… ellos tienen superficie y cantidad, pero sí que podemos competir en calidad. Ellos pueden producir transgénicos, no hay controles sanitarios en la cabaña ganadera… es imposible competir así. Por eso pedimos la exigencia de calidad en todo lo que se exporta. Pasa igual con los cítricos, aunque en Salamanca haya menos presencia y entran por otros sitios hasta que llegan a España.

El principal problema del campo es…

Evidentemente los precios; un precio justo lo equilibra todo y te da la oportunidad de tener más mano de obra, más tecnología, trazabilidad, renovar las explotaciones, habría gente en los pueblos, más jóvenes… cualquier sector rentable es el que tiene trabajo.

Por ejemplo, la construcción también es una labor dura; pero cuando hubo el ‘boom’, el peón de la construcción era trabajador nato, pero estaba bien remunerado y podía librar dos días a la semana, algo que nosotros no podemos hacer porque nuestro oficio no es rentable. No podemos ni ponernos enfermos; nos gustaría tener una rotación para los trabajadores y si tienes a alguien, tienes tú que echar más horas para que esa persona tenga vida.

¿Avanza el campo a la misma velocidad que la tecnología?

En la parte extensiva es más complicado, porque tienen que ver otras cosas… pero el sector agrario en Europa y España es muy profesional, aunque tenemos las limitaciones que tenemos; sin rentabilidad no puedes hacer más cosas ni invertir. La PAC nos podría marcar este punto, pero se renueva cada 7 años y en la actualidad ya han pasado dos años y se reforma solo para 5. Si yo invierto y luego me dicen que ya no vale, ¿qué hago? La proyección de la PAC debería ser a más tiempo.

¿Cuál es el principal problema de la PAC?

Los agricultores y ganaderos no queremos la PAC, queremos unos precios justos. Hace 30 años hablamos de un producto que valía 20 pesetas y ahora estamos en euros, pero vale lo mismo; eso no puede ser, tendría que valer el doble. Pero como eso  o puede ser, se creó la PAC y ahora cada reforma es a la baja y la solución sería que lo compensase; la PAC es más verde, más social, somos garantes de la alimentación y también cuidamos del medio ambiente, que nadie lo olvide. La PAC no tiene en cuenta su principal objeto que es garantizar la alimentación y cada vez son más trabas.

Si fueses Pedro Sánchez, ¿qué harías con el dinero que Europa le va a dar a España (no por la PAC?

Es una pregunta complicada, la verdad; pero tengo claro que destinaría la gran parte del dinero a generar empleo. La intención va ligada al cambio energético, políticas de género, que es interesante, pero creo que debe ir a las empresas. Yo no pagaría a una persona un subsidio y sí a un empresario para que pudiese contratar a más gente; si a los empresarios les das dinero, pueden reinventarse, pero sí le das el dinero a una persona que no está trabajando, no va a trabajar. Por eso hay que dar las ayudas a las empresas para contratar, no para otra cosa.

Cuatro años desde tu llegada a Asaja; ¿has cambiado?

He cambiado y he aprendido más de la gente que la gente de mí; era un socio más de los 1.500 de Asaja y tenía el conocimiento de mi explotación. Pero cuando representas a todos y tienes que hacer ciertas cosas, tienes que aprender mucho y ver los problemas de todos los sectores, sin tanto conocimiento profundo como el que trabajo. Para eso hay un equipo de trabajo y esto me ha cambiado en conocimiento; cuando llegas aquí, te marcas unos objetivos y hay que reivindicar los problemas del sector. También necesitas financiación, infraestructura y muchos ingresos para pagar todos los costes.

Tengo mejor relación con los medios y he dejado de ser un ganadero solo para ser un interlocutor, pero son los demás los que tiene que valorar todo lo que he hecho.

Juan Luis Delgado - Asaja

De todo lo conseguido, ¿de qué te sientes más orgulloso?

Soy agricultor y ganadero y miembro de Asaja de toda la vida; pero de lo que me siento más orgulloso es de la manifestación del 30 de enero con los tractores por Salamanca. Me emocionó como dirigente de la organización, como encargado de convocar una manifestación así… fue la segunda tras las movilizaciones de Extremadura. No sabíamos si íbamos a tener apoyo, pero ese día me enorgulleció, ver cómo nuestros compañeros de trabajo tomaban la ciudad y el ejemplo de civismo que dimos en ese momento. Es cierto que jugar en esta ciudad no es hacerlo en una al uso, porque es rural y agradecida y fue una satisfacción.

¿Es el campo la gran oportunidad de Salamanca? ¿Se sabe aprovechar?

Como no se haga una apuesta por la transformación y la comercialización, le veo un futuro negro y para ello retomo el ejemplo de Guijuelo. Salamanca es agraria, no veo que se vaya a poner una industria de cualquier otra cosa; tenemos grandes recursos agrarios en porcino y bovino, y más si se apostara por los conejos, los pavos, caracoles… si no lo hacemos aquí, se hará en otro sitio. Pero siempre que haya una transformación final.

Tendríamos que dar un salto en la unificación de cooperativas y que terminasen el ciclo; en los años 80 se produjo el ‘boom’ del cooperativismo y se pasó a estar más juntos, pero ahora tenemos muchas y que hubiese cuantas menos mejor. Lo importante es terminar el ciclo y seguimos haciendo el trabajo sucio, lo que no aporta valor añadido.

Y que todos consumamos productos de Salamanca…

La garantía que tenemos en Salamanca con su dehesa, productos naturales, de campo… no hace falta decir nada para su consumo. Desde la carne de vacuno, porcino u ovino y si vamos a las legumbres, qué vamos a decir; pero si los etiquetados no son correctos, poco o nada podemos hacer sobre esto. Es lo que hay que hacer, que se exija un claro etiquetado y no engañar al consumidor.

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