Hay una cara que se ha repetido cada vez que las cámaras de la Vuelta enfocaban el ‘cajón’ de salida de la única crono individual de esta edición, la de la jueza de la organización contando en voz alta los últimos cinco segundos para dar la salida a todos los ciclistas.
Esa mujer es María José Calvo, una enamorada del deporte del pedal, que ejerce como delegada de ciclismo de Salamanca y es, además, juez árbitro en numerosas carreras ciclistas.
Este año, la zamorana afincada en Salamanca, está siguiendo la Vuelta ciclista a España y ha sido la cara más repetida en la salida de la CRI fundamental que sobre un recorrido de 33,7 kilómetros ha unido Muros y el Mirador de Ézaro.
A Calvo, además, le faltan aún por disfrutar dos etapas en su tierra de adopción, la etapa del viernes, que es una exigente jornada por suelo salmantino sobre un recorrido de 162 kilómetros entre Salamanca y Ciudad Rodrigo.
La penúltima etapa, ya el sábado, coronará al ganador virtual de La Vuelta 2020 tras un exigente recorrido de 178 kilómetros entre Sequeros y el puerto bejarano de La Covatilla.