Una explotación de ganado vacuno, ubicada en la localidad de San Pedro de Rozados, ha sido víctima de dos ataques de buitres y meloncillos en apenas 10 días.
Así lo ha denunciado la organización agraria, Asaja Salamanca, quien ha señalado que el día 30 de octubre se produjo el mencionado ataque de buitres, que terminó con la vida de un ternero. «Después de mamar, los terneros se quedan dormidos profundamente, no es fácil despertarlos. Y los buitres ven a un animal parado y van a por él. Se juntó una bandada de unos 200 y se comieron al ternero”, asegura uno de los ganaderos afectados.
Sin embargo, éste no ha sido el único ataque que ha sufrido esta ganadería por fauna salvaje. De hecho, 10 días antes, los meloncillos atacaron en manada a una vaca que estaba de parto en ese momento y se saldaron con la vida de ésta y de su ternero recién nacido. “Los teníamos apartados, pero no ha servido de nada. Empezaron a comerle el hocico y la lengua y a la madre, las ubres”, afirman.
Asaja Salamanca solicita a la Junta de Castilla y León que atienda los ataques de fauna salvaje que tantas pérdidas ocasiona al sector primario. “Determinados animales como los buitres, por falta de alimento, causan graves perjuicios a la ganadería y no se puede mirar para otro lado. En el caso de los meloncillos, especie invasora del norte de África, Asaja solicita su control, ya que no es una especie cinegética, y está acabando con especies autóctonas”.
“Al igual que ocurre con el lobo, debería existir un modelo de compensación por los ataques de estos otros animales que también son salvajes», sentencia Asaja Salamanca.