Mujer de 43 años, que lleva más de 185 días con síntomas persistentes de Covid-19 tras haber sido contagiada de la enfermedad en la primera ola de la pandemia. Es el perfil más frecuente de los enfermos de Covid Persistente, según la Encuesta lanzada por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y los colectivos de afectados Long Covid Acts entre el 13 de julio y el 14 de octubre de este año.
Durante esos tres meses, el sondeo fue contestado por un total de 2.120 personas, de las cuales, 1.834 son enfermos que presentan síntomas compatibles de Covid-19 persistente o de larga duración. La mitad de los enfermos tenían edades comprendidas entre los 36 y los 50 años de edad y procedían de las Comunidades Autónomas de Madrid (35%) y Cataluña (30%), que fueron las más castigadas al principio de la pandemia.
En la encuesta se han registrado hasta un total de 200 síntomas persistentes que fluctúan en el tiempo, con una media de 36 síntomas por persona. Los síntomas más frecuentes, según el porcentaje de cada síntoma en relación al total de respuestas (1.834), son cansancio/astenia (95,91%); malestar general (95,47%); dolores de cabeza (86,53%); bajo estado de ánimo (86,21%); dolores musculares o mialgias (82,77%); falta de aire o disnea (79,28%); dolores articulares (79,06%); falta de concentración/déficit atención (78,24%); dolor de espalda (77,70%); presión en el pecho (76,83%); ansiedad (75,46%); febrícula (75%); tos (73,2%); fallos de memoria (72,63%); dolor en el cuello/en las cervicales (71,32%); diarrea (70,83%); dolor torácico (70,12%); palpitaciones (69,85%); mareos (69,36%); y hormigueos en las extremidades o parestesias (67,28%).
En cuanto a la afectación de los órganos, el 50% de los encuestados tiene 7 áreas afectadas, siendo las más frecuentes los síntomas generales (95%), las alteraciones neurológicas (86%), los problemas psicológicos/emocionales (86%), los problemas del aparato locomotor (82%), los problemas respiratorios (79%), las alteraciones digestivas (70%), las alteraciones cardiovasculares (69%), las alteraciones otorrinolaringológicas (65%), las alteraciones oftalmológicas (56%), alteraciones dermatológicas (56%), alteraciones de la coagulación (38%) y las alteraciones nefrourológicas (25%).
Las preguntas de la Encuesta que hacían referencia a la experiencia del paciente sobre su estado de salud, el 50% lo puntuaba entre 0-5 sobre una puntuación de 0 a 10 (10 máximo nivel de salud). En cuanto al empeoramiento de su estado de salud, el 50% de lo calificaba entre 7-10 sobre 10 (10 máximo empeoramiento), y su incapacidad actual la sitúan la mitad de los encuestados entre el 5-10 sobre 10, siendo el 10 la máxima incapacidad.
Esto se traduce en una incapacidad notable a la hora de realizar actividades de la vida diaria por parte de los afectados de COVID Persistente. Por ejemplo, al 30,43% de los encuestados le supone un esfuerzo o les resulta imposible el aseo personal; al 67,99% la realización de las actividades de casa; al 72,52% trabajar fuera de casa; el 70,12% tienen dificultades para atender a las obligaciones familiares diarias y al 74,65% le supone un esfuerzo o imposible el ocio con los amigos y otras personas.