El sector energético demanda una regulación estable para las renovables

Y mejorar la comunicación hacia el ciudadano
parque eolico
Un parque eólico. (Archivo)

El sector energético de Castilla y León demandó ayer una regulación estable para el desarrollo de las renovables y mejorar la comunicación hacia el ciudadano, dos factores necesarios que se pusieron sobre la mesa en la jornada online ‘La Energía en Castilla y León. Renovables y Redes: Oportunidades para la Industria y el Empleo’, organizada por el Club Español de la Energía Enerclub, con el patrocinio de Iberdrola.

 

Tras la apertura por parte del consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, y la consejera delegada de Iberdrola España, Ángeles Santamaría, se abrieron las ponencias a un amplio panel de expertos de diversos subsectores vinculados a la energía. Así, la mesa redonda estuvo moderada por el presidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale), Santiago Aparicio, quien aprovechó la oportunidad que se le brindó para reclamar mayor capacidad de evacuación de energía y puso como ejemplo el freno al desarrollo de polígonos en la provincia de Soria por este motivo. También reclamó mayor inversión en investigación, más puntos de recarga de vehículos eléctricos y destacar el potencial del hidrógeno verde, dado que, dijo, según informes europeos, el 30 por ciento de los vehículos en 2050 estarán movidos por hidrógeno, el 15 por enchufables y el resto, otros. Igualmente, también pidió “recuperar” las comarcas mineras afectadas por el cierre de la térmicas.

El primero en tomar la palabra fue el director general de Energía y Minas de la Junta, Alfonso Arroyo, quien confió en aprovechar las “oportunidades” en el marco de los compromisos para la descarbonización. “Queremos mostrar nuestra visión de Castilla y León para plantear una verdadera transición energética hacia las renovables, tomando lo que se hizo bien hasta ahora y aprender de los errores. Y destacar una palabra, justicia, para crear empleos allí donde se han destruido”, comentó.

Arroyo citó que ya en 2013 la Comunidad era líder en eólica, con más de 5.000 megavatios, mientras que ahora se encuentran en 6.000. Y señaló que desde ese año se han encontrado con un periodo de cierre de las energías convencionales, como el carbón, por ser “menos competitiva”.

A raíz de las “oportunidades” que surgen ahora, pidió un marco regulatorio estable en el tiempo, “con reglas predecibles”. También, dado el contingente renovable que se va a instalar, es “necesario desarrollar nuevos sistemas de almacenamiento energético, tanto hidráulico como en baterías”.

Igualmente, Arroyo demandó una apuesta por el hidrógeno verde; apostar por biomasa y por la “repotencialización” las antiguas instalaciones de parques eólicos que se instalaron hace dos décadas, que “son un importante nicho de empleo”; Por último, no olvidó la hibridación de energías y, sobre todo, “una labor importante de comunicación hacia el ciudadano, que se convertirá en el eje”. Tuvo tiempo también de calificar la reciente subasta de renovables que, carece, a su juicio, de criterios “para la transición justa y no contempla los bombeos hidráulicos”.

Cambio de la localidad

Por su parte, el alcalde de la localidad palentina de Astudillo, Luis Santos, destacó que su municipio “ha cambiado” en todos los sentidos en las dos últimas décadas, desde que comenzó a implantar los cuatro parques eólicos que operan en la actualidad, al que próximamente se sumará un quinto, en fase de tramitación, con más de 100 megavatios. En este punto, Santos animó a todos los alcaldes a “despejar las dudas” con las que ellos empezaron y que, con el paso del tiempo, “ha beneficiado directamente sobre los vecinos”.

Todo ello, recordó, se inició con “recelos naturales” en la población y en colectivos naturalistas e incluso aspectos sanitarios, porque entonces “estaba en boga la afección de las antenas”. “Ha cambiado la fisionomía del pueblo, pero contribuimos a la generación de renovable y ha proporcionamos beneficios”, subrayó el regidor, quien informó de que los recursos económicos del Ayuntamiento “entra por la vía impositiva, pues están todos los parques en suelos privados”. Sin embargo, a estos ingresos se unen los que “impactaron en el pueblo durante los años que se construyen los parques con los trabajadores” y ahora con los 40 empleos vinculados a su mantenimiento.

Expectativas de los clientes

El director de Planificación de i-DE de Castilla y León, compañía distribuidora de Iberdrola, Adolfo López, explicó que la Comunidad tiene capacidad “más que suficiente para atender la demanda”, si bien es cierto, añadió, que se observa una “electrificación de la demanda” por la entrada de otros sectores, como la movilidad urbana o la edificación.

También señaló que ahora el cliente “es más activo, gestiona su demanda y gasto”, algo factible por el “despliegue de contadores inteligentes, que ha provocado un volumen importante de datos”. “La red se convertirá, en un plazo no muy largo, en un manejo de flujos de energía más importante y necesitamos controlarla e introducir más inteligencia para que la transición energética sea posible”, defendió. Todo ello, dijo, permitirá incrementar la “resiliencia de la red”, una cuestión ante la que los clientes “tienen unas expectativas de servicio muy altas”.

López señaló que del plan de 75.000 millones de euros de inversión que presentó recientemente Iberdrola, unos 68.000 se destinarán a inversiones orgánicas y, de ellas, el 40 por ciento a las redes de la eléctrica en todo el mundo. En total, de ellos, unos 4.500 millones a i+DE, “mucho más de las inversiones de estos años”.

Igualmente, el delegado de Elecnor en Castilla y León, Santiago Arauzo, con 700 trabajadores y que está dedicada a muchas de las infraestructuras desarrolladas por Iberdrola, consideró que es “vital” en su negocio la existencia de inversiones en renovables, porque “generan mucho empleo alrededor de donde se ubican”.

Dos experiencias de éxito

La jornada se cerró con dos experiencias de éxito, como son las de Nissan y Agropal, en dos sectores tan diferenciados como el automóvil y el agroalimentario. En el primer caso tomó la palabra el Juan Luis Pla, External Affairs Manager of Nissan España, quien señaló que el grupo vaticina que el 53 por ciento de sus ventas estén vinculadas en 2023 a vehículos electrificados. De hecho, recordó que la ley establece que en 2040 “no se podrán vender vehículos que emitan CO2”.

También se centró en la economía circular, para la que Nissan ya trabaja en la reutilización de baterías para renovables, “que tendrá grandes ventajas para el ciudadano y empresas”. Pero para ello, continuó, es necesaria una “regulación inteligente y comunicación”. Por último, habló de las “barreras” que la firma se ha encontrado en la movilidad eléctrica: el precio, que “aún es alto” y para el que se cree que podrán igualarse en “tres o cuatro años” al convencional, y la falta de puntos de recarga.

Por último, el responsable de Inversiones de la Sociedad Corporativa Agropal, Alejandro Velasco, destacó la relación de esta empresa con las renovables, tanto en biomasa propia a base de paja como en instalaciones de energía solar para autoconsumo, pero también con un “importante esfuerzo logístico”. “En nuestros 48 centros de recogida y almacenamiento distribuidos por Castilla y León entran a diario entre 150 y 200 camiones de mercancía, lo que nos obliga a estar muy bien preparados en logística y envío a la comercialización”, expuso. Además, la cooperativa cuenta con una cadena de tiendas, muchas de ellas en pequeño municipios del medio rural, que potencian el consumo local cercano.

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