La subdelegada del Gobierno, Encarnación Pérez, en calidad de presidenta de la Fundación Inés Luna Terrero, y el rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero, firmaron este miércoles un convenio de colaboración que permitirá el desarrollo de robots-guía de trilobites para su utilización en el Centro de Interpretación de los Mares Antiguos de Monsagro.
El objetivo del proyecto es «potenciar» este centro y, de esa manera, contribuir a “revitalizar zonas rurales como Monsagro, que atesoran un importante patrimonio, y acercar el conocimiento a todos los ciudadanos”, en palabras de la presidenta de la Fundación.
Para el rector de la Usal, supone la “puesta en valor de nuestra historia remota” y un ejemplo de colaboración entre administraciones y con el tercer sector, que permite que, incluso en medio de un pandemia como la actual, “la investigación pueda seguir desarrollándose”.
Mediante este acuerdo, la Fundación otorga una subvención a la Universidad de Salamanca para la elaboración de este proyecto, que permitirá la creación, diseño y ejecución de robots-guía de trilobite, que son una clase de artrópodos extintos, característicos del Paleozoico, que integren la robótica educativa de forma atractiva, a nivel didáctico, mediante organismos replicados e interactivos.
Por su parte, la Usal ejecutará el proyecto a través de dos grupos de investigación reconocidos, BISITE, con sede en el Edificio Multiusos I+D+i, y GEAPAGE, adscrito al Departamento de Geología, que se ocuparán del diseño y creación del robot a nivel técnico, así como del asesoramiento científico del organismo a replicar y su contexto geológico.
Con todo ello, ambas instituciones pretenden promover la conservación y utilización, por parte de la sociedad, del patrimonio geológico de Monsagro, aprovechando las nuevas tecnologías y la geomática aplicada como recurso didáctico de gran acercamiento social, que permita el geoturismo y el establecimiento de actividades culturales que potencien un desarrollo rural sostenible con el medio natural.