[dropcap]L[/dropcap]os responsables de Le Petit Prince en Salamanca han llevado hasta las últimas consecuencias lo llevar puesta la mascarilla.
Tanto es así, que hasta su mascota, El Principito recibe a los clientes con su mascarilla puesta. «Desde que nos dijeron que teníamos que llevarla, pensamos que nuestro Principito también tenía que usarla y le hicimos una», explica Guillermo el responsable.
Esta iniciativa le encanta a los clientes, sobre todo cuando van con sus hijos, que al verlo siempre dicen. «Pero, si también lleva mascarilla».