El ‘bicho’ que nos separa: cuidados paliativos en tiempos de coronavirus

Este servicio del hospital de Salamanca se adapta a los nuevos tiempos de esta pandemia
Paliativos

El servicio de cuidados paliativos del hospital de Salamanca realiza una labor impagable por intentar que la última parte de la vida sea lo más plácida posible.

Que la dureza de afrontar el final no conlleve un sufrimiento mayor, un estrés acumulado o una agonía mayor a la propia de saber y poder ser consciente de que todo se está terminando.

Y, si cabe, esta situación es mucho más complicada en tiempos de una pandemia que se ha empeñado en cambiar nuestra vida, con un ‘bicho’ que nos separa y distancia, algo que se vuelve crucial en los paliativos.

Por ello, ¿cómo afronta este servicio la actual situación? ¿Cómo ha cambiado su actividad? Francisco Vara, jefe de Paliativos del hospital de Salamanca, explica el funcionamiento la adaptación de este medio tan esencial.

“La verdad es que esta pandemia nos ha pillado con el paso cambiado como a la mayoría, pero tras el choque inicial y la necesidad de emplear los recursos y el personal a lo más necesario, que era luchar contra el coronavirus, hemos seguido manteniendo nuestra actividad, tanto en el hospital, como en el domicilio, a veces de forma presencial y empleando más que nunca los medios telemáticos”, explica.

El problema es que ha habido muchas personas con coronavirus, “sobre todo en la primera ola, que han fallecido solas sin tener cubiertas todas las necesidades y quizás nosotros, que nos dedicamos a aliviar ese tipo de sufrimiento, podríamos haber hecho algo más. Afortunadamente ahora las cosas ya no son así”, analiza Francisco Vara.

Ante este panorama, el servicio ha tenido que habilitar nuevos espacios. “Como todos los servicios nosotros hemos tenido que ceder habitaciones, espacios, despachos y profesionales para combatir la epidemia, pero ningún paciente con necesidades paliativas que ha tenido que ingresar se ha quedado sin hacerlo. Eso sí, hemos reforzado la atención domiciliaria para intentar controlar a los enfermos el mayor tiempo posible en su domicilio. Se suspendieron las actividades de El Espacio ‘La Caixa’, que fue habilitado como despachos y salas de supervisión de enfermería, y los profesionales del Equipo de Atención Psicosocial trabajaron la mitad desde su domicilio y la otra mitad de manera presencial”, sentencia.

La normalidad tan deseada es imposible hoy en día por todo lo que estamos viviendo. “No se puede regresar a la normalidad cuando existe una tasa de contagio tan alta como la que tenemos en la actualidad. Seguimos las instrucciones de las autoridades sanitarias y colaboramos estrechamente con Medicina Preventiva y Salud laboral para evitar en lo posible los contagios”.

¿Qué más ha hecho este servicio para ello? “Hemos limitado las visitas, pero por las características de nuestros enfermos no las hemos restringido del todo del todo y gracias a la comprensión y la colaboración de los familiares no tenemos mucho movimiento de personas en la planta. Hemos doblado los esfuerzos a nivel domiciliario, y gracias a la colaboración de Atención Primaria podemos atender el incremento de la demanda. Seguimos acompañando a las personas que además de padecer una enfermedad crónica avanzada se encuentran solas gracias al programa Soledad al Final de la Vida de la ‘Obra Social La Caixa’. En general intentamos llegar a todo el mundo, pero por el distanciamiento social, hemos perdido un poco la cercanía”, concluye el jefe de Paliativos del hospital de Salamanca.

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