El coronel alcaide del Alcázar de Segovia, Alejandro Serrano, anunció este jueves que la fortaleza sólo estará abierta al público los fines de semana, de viernes a domingo, ante la situación generada por el importante descenso de los visitantes a diario, con una media de apenas diez personas. Esta decisión “nada agradable” les llevará a ejecutar un ERTE a los 35 trabajadores, que se está negociando todavía, por lo que la idea inicial es empezar el 14 de diciembre porque “tampoco hemos querido correr”
Patricia Martín / ICAL. El Patronato del Alcázar se ve abocado, sostuvo Alejandro Serrano, para “concentrar el esfuerzo los fines de semana”, ante el más que reducido número de visitantes a diario. “Que el Alcázar estuviera siempre abierto nos hace sentirnos orgullosos pero las circunstancias han cambiado tanto que hay que racionalizar el esfuerzo”, aseguró.
La fortaleza es el monumento más visitado de Segovia y su situación ha cambiado radicalmente. Está muy lejos de las cifras de visitantes, que marcaron un nuevo récord histórico en 2019, con cerca de 755.000 personas. Este año, no son 179.497 personas. La pérdida acumulada, desde el inicio de 2020, supone un 74,45 por ciento.
Toda la plantilla se verá afectada por esta decisión. El ERTE se está negociando todavía con ellos, aunque, según destacó el coronel alcaide, los trabajadores del Alcázar han entendido de “forma unánime” esta medida. La fortaleza sólo tienen como ingresos las entradas de los visitantes, que ha caído durante este 2019 en un 74 por ciento respecto al mismo periodo de 2019.
Según los datos aportados por el Patronato del Alcázar, en lo que llevamos de noviembre, sólo han tenido 1.184 visitantes, mientras que hace un año, fueron casi 48.200 personas. Una circunstancia que también ocurrió en octubre, cuando la diferencia de visitantes fue de casi un 87 por ciento, entre los 71.538 de 2019 a los 9.437 de este año. En septiembre, del 78,3 por ciento. Según el coronel Serrano, “cerrar sin más” la fortaleza todos los días hubiera sido “muy traumático y excesivo”.
El Expediente de Regulación de Empleo Temporal afectará a todos los grupos de trabajo, siendo los más afectados, con una reducción de su jornada de un 40 por ciento, las 15 personas que trabajan para atender al público, los 11 guías y las cuatro personas que atienden la taquilla. Otros puestos como lo relacionado con el mantenimiento y reparación y la gerencia se verán menos afectados.
Alejandro Serrano explicó que ya han mantenido una reunión con la plantilla para trasladarles estas decisión y se encontró con su comprensión y apoyo “por unanimidad” ante esta decisión que han tenido que tomar. La negociación sigue en marcha y la idea inicial para poner en marcha el ERTE y el cierre de lunes a jueves del Alcázar será el 14 de diciembre.
Sin cambios a la vista
Existe el compromiso de ir revisando la situación con el paso del tiempo pero, el coronel alcaide, tiene claro que quedan muchas semanas por delante para que se pueda revertir y el monumento segoviano vuelva tener un flujo de visitantes que haga posible su apertura más días. Hasta que eso ocurra, sólo se abrirá en “lo periodos de mayor rentabilidad”.
Además de la reducción de los días de apertura, la aplicación del ERTE a los 35 trabajadores de la plantilla, el coronel Serrano anunció que, durante 2021, de momento no está previsto que se acometan nuevos proyectos. Se centrará en los trabajos de mantenimiento y sostenimiento de la fortaleza.
Desde el Patronato, realizaron una previsión de visitas, entre noviembre de 2020 y febrero de 2021. Para los dos primeros meses del año que viene, no llegaría a los 2.000 visitantes, cuando en este mismo periodo de 2019, antes del inicio de la pandemia, al Alcázar de Segovia llegaron 87.000 personas.
Una realidad tozuda
El Alcázar de Segovia estuvo cerrado durante tres meses por el confinamiento decretado por el primer estado de alarma y reabrió sus puertas el lunes 15 de junio, con toda la provincia en fase 2. Durante las primeras semanas, recibió una media de 30 visitantes al día. Las cifras empezaron a remontar en julio.
Una mejora durante el verano, argumentó Serrano, que “no voy a decir que fue un espejismo pero sí fue real pero temporal”, ya que en septiembre se produjo ya una reducción muy importante. “Octubre y noviembre nos ha llevado a la cruda realidad”, subrayó. Hasta este momento, el Patronato del Alcázar había optado por continuar adelante, manteniendo el cien por cien de la plantilla y sin acudir al ERTE. “Aguantamos el tirón”, dijo Serrano
Obras en la plazuela
En la plaza Reina Victoria Eugenia, en el acceso a la fortaleza, es más que evidente la ausencia de turistas y la única actividad patente es la que realizan los trabajadores de la empresa encargada de loas obras de remodelación de este amplio espacio. El coronel Serrano dejó claro que van a continuar hasta su conclusión.
Las obras llevan casi un año de retraso pero el responsable del Patronato del Alcázar defendió la complejidad que ha tenido este proyecto, tal y como se explicó a los medios de comunicación en el mes de febrero, con la presentación de los resultados de la primera fase y el inicio de la segunda, así la mejora de la Casa de la Química, y la adecuación y actualización de los sistemas de seguridad, antiincendios y de comunicaciones. “El resultado está quedando francamente bien”, sentenció.