La directora general de Salud Pública, Carmen Pacheco, señaló este lunes que con fecha de 27 de noviembre, la Consejería de Sanidad todavía disponía de “unas 24.000 dosis” de la vacuna contra la gripe sin administrar, y que “es ético que sean dirigidas a las personas que tienen algún factor de riesgo”. Por ello, según adelantó, entre ese colectivo se hará desde los centros de salud una “campaña de captación proactiva” para distribuir las unidades pendientes.
Ical.- “La campaña todavía no ha terminado. Hemos intentado por todos los medios conseguir más vacunas pero ha sido imposible”, advirtió sobre un problema que es común en “todas las comunidades y todos los países”. “Sabíamos que esto podía ocurrir pero la capacidad de producción de los laboratorios es limitada”, comentó antes de apuntar que confían en que las dosis disponibles “se acaben en su totalidad”.
Hasta el 27 de noviembre, se habían distribuido y administrado en Castilla y León 979.630 unidades de vacunas contra la gripe con las que se espera cubrir a alrededor del 40 por ciento de la población, algo que tanto Pacheco como la consejera de Sanidad, Verónica Casado, consideraron “un éxito” tras apenas siete semanas de campaña. “Nos hemos visto desbordados, la demanda de la población ha sido inmensa, hemos agotado todas las vacunas disponibles en muy pocas semanas, comparado con campañas de años anteriores, cuando siempre sobraban”, afirmó Casado, mientras Pacheco recordaba que “en ninguna campaña anterior” se había alcanzado el millón de dosis distribuidas, como prácticamente sucederá este año, tras varios ejercicios en los que “la tendencia era a disminuir”.
Hasta el 27 de noviembre, y según datos extraídos del registro de vacunas (REVA), se han vacunado en Castilla y León 635.648 personas frente a la gripe en Castilla y León, el 26,49 por ciento de la población y 7,7 puntos más que en 2019. Según apuntó la directora general, el objetivo inicial de la campaña era de alcanzar el 75 por ciento de cobertura entre los mayores de 65 años y entre los profesionales sanitarios, y de acuerdo con los últimos datos que manejan en la Consejería el 67,67 por ciento de los mayores de 65 años ya se ha vacunado (14 puntos más que el ejercicio precedente), mientras que en los profesionales de los hospitales, con fecha 13 de noviembre, se había vacunado un 45,7 por ciento. Asimismo, entre las embarazadas el porcentaje asciende hasta el 60,67 por ciento, 18 puntos por encima de 2019.
Pacheco achacó las cifras a posibles retrasos en el sistema registro, y señaló que 163.011 personas menores de 60 años también se habían vacunado, la mayor parte de ellas al presentar otros factores de riesgo aunque también había quien no cumplía esas condiciones. Por provincias, el porcentaje de las dosis de la vacuna administradas alcanza una media del 68,8 por ciento, oscilando entre el 62,8 por ciento de Soria y el 72,4 por ciento de Zamora.
Tras insistir en calificar de “éxito” la “cobertura” alcanzada en la campaña de este año frente a la gripe, Pacheco reconoció que la Consejería había tenido “problemas en la gestión y en el suministro” de las dosis, una situación que consideró “generalizada” ya que “los laboratorios han tenido muchos problemas en los suministros” que han provocado “retrasos”.
En ese sentido, Casado recordó que la vacuna contra la gripe “es voluntaria” y que “la información está ahí y los profesionales le ofrecen esa posibilidad a todos sus pacientes, aunque puede haber algún sector que no se haya querido vacunar”. “Hemos demostrado que nos queríamos vacunar de la gripe, que nos hemos vacunado mucho más que el año pasado, y esperamos que con la vacuna del COVID tengamos la misma facilidad al captar a la población de riesgo”, señaló antes de advertir que “al acabar la campaña” se podrá valorar en su justa medida la cobertura respecto a anteriores ejercicios, aunque “serán muchas más las personas en situación de riesgo que se hayan vacunado que las que no”.