El Ayuntamiento de Salamanca anunció este martes su decisión de reducir la velocidad máxima de circulación a 20 kilómetros por hora en 214 calles de la ciudad para “construir una ciudad amiga del peatón, respetuosa con el medio ambiente y que aumente la seguridad vial, reduciendo el número de accidentes y su gravedad”. Esto suena a que se está preparando el terreno para sembrar la ciudad de radares y pintadas en el suelo.
Esta reducción de velocidad se aplicará en vías pertenecientes a 12 zonas residenciales de la ciudad donde «la prioridad es para el peatón, después las bicicletas y, por último, los vehículos”, según el Ayuntamiento.
Por barrios, la medida afecta a 35 calles en Pizarrales, 24 en el barrio Blanco, 20 en la zona de Crespo Rascón, 20 en el barrio Oeste, 18 en Garrido Norte, 17 en el Rollo, 16 en Puente Ladrillo, 15 en el barrio de La Vega, 14 en San José, 14 en el barrio de San Vicente, 12 en el Carmen y cuatro en Ciudad Jardín.
La implantación de la medida en estas 12 zonas de la ciudad va a llevar un periodo de tres meses, «el tiempo necesario para desplegar todo tipo de señales verticales y horizontales», según el alcalde.
Se mantendrá el límite de 50 kilómetros por hora en 64 calles de doble vía, que representan el cuatro por ciento del total. También en vías grandes de un solo sentido, como las avenidas Portugal o Fernando Pessoa. El resto tendrá un límite de 30 kilómetros por hora, de acuerdo con el real decreto que entrará en vigor el próximo 11 de mayo.
2 comentarios en «El Ayuntamiento prepara el terreno para sembrar la ciudad de radares»
Esto cada vez se parece más a un pueblo..
Hay que tener en cuenta que la velocidad media en la ciudad está en torno a 20 km/h, por tanto estas limitaciones influyen muy poco en la nueva velocidad media que se consiga. A 20 y 30 km/h se puede ganar en seguridad para peatones sin que el tráfico se resienta. Lo que habría que pensar es en limitar más las vías de 50 km/h. Queda mucho por hacer para conseguir una ciudad más habitable, como eliminar los semáforos trampa en los que pueden pasar simultáneamente peatones y coches; el resultado de estas situaciones es que muchos peatones simplemente evitan esos pasos dando rodeos.