El 8 de diciembre ha cerrado el puente en Salamanca, buscando los últimos rayos de sol en cualquier rincón de la ciudad.
Parques, calles del centro, de los barrios, paseos por el Puente Romano y, especialmente, las terrazas; pero las terrazas que estaban al sol.
Y es que, la apertura de la hostelería ha dejado una clara diferencia entre sol y sombra, y más en un día en el que todavía se podía disfrutar de un café, caña o vino más pincho sentado a la intemperie por la pandemia.
Así ha lucido la ciudad en la última jornada festiva de este puente del mes de diciembre: