El rey emérito Juan Carlos ha dado instrucciones para que haga público que, este miércoles, ha procedido a presentar ante las autoridades tributarias competentes una declaración sin requerimiento previo de la que ha resultado una deuda tributaria, ya satisfecha, por importe de 678.393 euros incluyendo intereses y recargos.
El abogado del exjefe del Estado agrega que «en cualquier caso don Juan Carlos continúa como siempre lo ha estado a disposición del ministerio fiscal para cualquier trámite o actuación que considere oportunos».
Esta regularización fiscal se produce para evitar verse inmerso en otra causa judicial por el uso de tarjetas de crédito con fondos sin declarar, de los que se deriva esta deuda reconocida y pagada por el exmonarca. Eso podría implicarlo en una eventual causa por fraude y blanqueo de capitales.
Se calcula que al pagar 678.000 euros la cantidad de la que dispuso Juan Carlos I sin declarar oscila entre 800.000 euros que reconoce su abogado y los 1,2 millones que calcula Hacienda, quien afirma que no ha dado un trato de favor al emérito, porque la fiscalía había tomado la iniciativa (en este caso porque había diligencias previas).