¡Llega el 21!

Pues sí, amigos. Llega el 21, dejando en la mayoría de nosotros un pobre recuerdo del 20.

Pero… ¡hay que seguir adelante!

Y por eso dedico este momento para desearos unas FELICES FIESTAS y un PRÓSPERO AÑO NUEVO.

Como ya es mi costumbre, acompaño mi deseo con un poema y un dibujo en el que los protagonistas vuelven a ser mis IBEROSUQUITOS.

Como puede que alguno no recuerde quiénes son estos animalillos, les diré que los Iberosuchus fueron los últimos cocodrilos corredores de la historia del planeta, depredadores o carroñeros no acuáticos, que habitaron las selvas de Europa Occidental en el Eoceno, es decir hace unos 40 millones de años. Fueron los descendientes de un grupo de reptiles muy competitivos en el Mesozoico, de los pocos que sobrevivieron al final del Cretácico. Son fósiles frecuentes en los yacimientos de Salamanca y Zamora.

Pues bien, en esta ocasión he puesto a mis iberosuquitos corriendo vallas en lo que he llamado la «San Silvestre iberosuqueña 2020-2021″, imitando las carreras de San Silvestre que se celebran coincidiendo con el final de cada año. Esta tradición se inició en 1925 en la brasileña Sao Paulo y tiempo después tuvo su reflejo en España, en la ya tradicional San Silvestre Vallecana de Madrid, en 1964, aunque hubo un efímero precedente en 1961. Hoy son muchas las ciudades que lo han copiado; entre ellas, Salamanca.

Aparte de las «indirectas» que hay en las vallas de esta carrera iberosuqueña, no sé si os habréis dado cuenta de que para añadir más dificultades, su soporte se ha puesto al revés y así, si tropiezan, los corredores van al suelo, como le ha ocurrido a uno de ellos en el dibujo.

En fin, espero que mi felicitación gráfica os haya arrancado una sonrisa, tan necesaria en estos tiempos. Y ahora os envío, con un fuerte abrazo, mi felicitación poética. ¡QUÉ SEAIS MUY FELICES!