Castilla y León cae hasta el cuarto lugar en los destinos de turismo rural

Las casas rurales para 5-10 personas han visto aumentar sus reservas
La piscina natural de Valero. (Casa Rural de Valero)

Castilla y León ha perdido dos puestos en el ránking de destinos preferidos para el turismo rural y ha pasado a ser la cuarta Comunidad más demandada para este fin, con un 12,6 por ciento de las reservas de este año. Cataluña sigue liderando esta clasificación, con un 18,7 por ciento de las reservas, seguida por Andalucía, que sube una posición, con el 14 por ciento, y de Madrid, con un 13 por ciento de las reservas. Así lo desvela el II Barómetro del Turismo Rural de España elaborado por clubrural.com que analiza la situación del sector con el fin de poner en evidencia las debilidades y amenazas del sector, así como sus fortalezas y oportunidades.

 

Ical.- El informe obtiene sus resultados a partir de los datos acumulados en 2020, que ha resultado un año “peculiar” en este aspecto como consecuencia de la incidencia de la pandemia, por lo que persigue ofrecer una visión “global” de la evolución del turismo a lo largo de todo el año.

Por el contrario, como en años anteriores la Comunidad con más apuesta por el turismo rural con mucha diferencia sigue siendo Castilla y León, donde se encuentran el 20,4 por ciento de los alojamientos, un quinto del total de casas rurales del país. La provincia castellano y leonesa donde más alojamientos rurales se encuentran es Ávila, con un 3,66 por ciento del total. En segunda posición, con el 13,34 por ciento de los alojamientos, está Andalucía, que sube un puesto respecto al año anterior, mientras que Cataluña desciende una posición hasta el tercer puesto del ranking con un 13,11 por ciento de alojamientos.

Los alojamientos de alquiler íntegro son los más comunes en el turismo rural, representando este año un 72,6 por ciento del total. Por detrás, muy lejos, están los alojamientos que ofrecen alquiler por habitaciones o pequeños hoteles rurales, que representan un 22,3 por ciento del total. Estos datos son parecidos a los de Castilla y León, donde el 77,7 por ciento de los alojamientos son de alquiler íntegro, el 19,2 por ciento por habitaciones y solo el tres por ciento, mixto.

Tras analizar los datos extraídos sobre las solicitudes de reserva del 2020 se observa como la llegada del COVID y las restricciones en cuanto al máximo de personas permitido en las reuniones privadas han incidido en el tipo de reservas a lo largo del año según la capacidad del alojamiento. De esta manera, mientras que a principios de año y durante los meses de verano las reservas de alojamientos de más de 10 personas han conseguido buenas cifras, esta tendencia ha cambiado con la llegada de la segunda ola en octubre. Sin embargo, las casas rurales para 5-10 personas han visto aumentar sus reservas hasta llegar a un 48,4 por ciento en diciembre.

Respecto a los alojamientos para 1-4 personas es posible observar cómo el número de reservas se ha mantenido durante todo el año excepto durante los meses de junio y julio cuando los turistas han viajado en familia o grupos.

En general las comunidades han experimentado una ligera subida en el precio de los alojamientos rurales en comparación con los datos del 2019. Baleares se siguen situando como la opción más cara del país con una media de 73 euros por persona y noche, y en el segundo puesto se encuentra, por tercer año consecutivo, la Comunidad de Madrid que ofrece sus alojamientos con una media de 35 euros por persona y noche. El precio medio en Castilla y León se sitúa en 27 euros, ligeramente por encima de los 26,3 euros de media por persona y noche del año pasado.

En este año tan inusual e impredecible el turismo rural ha sido uno de los sectores más afectados por la pandemia durante los meses de confinamiento. Sin embargo, las restricciones de movilidad internacional y el inicio de la desescalada coincidiendo con el comienzo del verano propiciaron el auge del turismo nacional de interior. En este sentido, las casas rurales han sido una apuesta segura para los viajeros que no han querido renunciar a unos días de descanso y desconexión rodeados de naturaleza, en un alojamiento confortable situado en municipios de pocos habitantes.

Fue en agosto cuando se alcanzó el pico de reservas a nivel nacional. Además, debido a las restricciones de movilidad, esta vez la tónica general han sido las reservas de última hora en destinos cercanos al domicilio habitual. Por otro lado, esta circunstancia ha propiciado que los pueblos de la España vaciada hayan vuelto a resurgir y a llenarse de turistas. Los destinos favoritos han sido, por orden de importancia, Cataluña, Andalucía, Castilla y León, Madrid y Castilla La Mancha.

En general, la valoración de los viajeros hacia los establecimientos de turismo rural españoles es muy positiva. La puntuación media nacional se sitúa en un 4,5 puntos sobre 5, lo que se traduce en una nota media de notable alto La comunidad autónoma mejor valorada es Asturias, con una media de 4.7 puntos seguida de La Rioja con la misma puntuación y, Cataluña, País Vasco y Galicia con un 4.6 cada una. Castilla y León se queda en una valoración de 4,5.

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