[dropcap]D[/dropcap]esde hace muchos años vengo clamando por la apertura del Hospital Nuevo. Así, a bote pronto, y solo a modo de recordatorio del retraso acumulado en los reiterados anuncios y promesas de apertura, recuerdo desde 2014 al menos tres columnas cada año (en 2017 fueron cinco, toda una serie). En todas ellas hacia votos por su apertura y pedía que el nuevo hospital se abriera inmediatamente, lo cual no tenía ningún mérito ni constituía tampoco ningún despropósito, porque la propia Junta de Castilla y León en general y sus sucesivos presidentes, consejeros de sanidad, gerentes y directores del SACyL en particular también llevaban tiempo prometiendo y asegurando cada año lo mismo: que ahora sí, que esta vez es seguro, que el hospital se abre en seis meses… ¿Les suena? Si no les suena repasen la hemeroteca, por favor.
En una columna publicada en 2018 y titulada Hospital Nuevo: Objetivo 2019 escribía que necesitábamos que el nuevo hospital entrase en funcionamiento cuanto antes y que todos (pacientes, profesionales, ciudadanos y representantes políticos e instituciones de cualquier color) deberíamos arrimar el hombro al unísono, en vez de estar mano sobre mano, para dar un impulso político definitivo y evitar que un año después tuviéramos que volver a pedir a los Reyes Magos que se abriera el hospital antes de su visita en… 2020. A pesar de los retrasos y decepciones acumuladas hasta aquel momento, un plazo tan largo para la inauguración del hospital me parecía imposible que se llegase agotar, pero… ¡me quedé corto!
Pues bien, si la pandemia lo permite los Reyes Magos van a visitar Salamanca el día 6 de enero de 2021 y, visto lo visto, me siento en la obligación de volver a pedirles que intercedan ante la Junta de Castilla y León para que el nuevo hospital se abra rápidamente. Para que está vez sí se cumplan las promesas. Quizás los Reyes Magos pondrían más interés si la noche de Reyes muchos salmantinos pusiéramos nuestros zapatos a la puerta del hospital.
La apertura de un hospital nuevo y el proceso de adaptación de profesionales y procedimientos de trabajo que lo acompañan constituye siempre un proceso ilusionante, una posibilidad de mejora y un impulso motivador, pero cuando esa apertura se retrasa en el tiempo, indefinidamente, sucede que, al igual que aquella bici que pedí de niño año tras año a los mismos Reyes Magos a los que dirijo nuevamente mi carta, bici que nunca me trajeron, la petición deja de ser una ilusión, pasa a ser una decepción y termina siendo una rutina, algo que se pide por pedir, sin ninguna confianza de encontrarlo en los zapatos el día de Reyes.
¿Volverá a suceder los mismo dentro de un año? ¿Estará en funcionamiento completamente el nuevo hospital en 2021 o se abrirán pequeñas unidades con carácter testimonial? Sinceramente, yo creo que si los Reyes Magos nunca consiguieron traerme una bicicleta mucho menos van a ser capaces de abrir un hospital. Quizás llevo muchos años equivocando el destinatario de mi carta, quizás nos equivocamos de destinatario de nuestra petición y de buzón todos los salmantinos.
2 comentarios en «Los Reyes Magos, el hospital nuevo y una bicicleta»
Pues el gerente del Hospital ha dicho que el próximo otoño se procederá a demoler el viejo hospital, así que no sé qué vamos a hacer, creo que durante unos cuantos meses vamos a estar todos en la calle o quizá ponga las camas en el aparcamiento, no es mala idea.
Resulta que le han entrado las prisas por la demolición ¿no habrá gato encerrado?
Seguro que después de leer este artículo muchos lectores hubieran deseado añadir como comentario al mismo muchos zapatos virtuales. Ahí va algún ? ?