La serie está dirigida a niños de entre 4 y 8 años. Es animada, como las de figuras de arcilla, y se emite en la principal cadena de televisión de Dinamarca. La novedad es que el protagonista, con un aspecto común, posee el pene más largo del mundo y lo utiliza para sus cosas cotidianas.
Lo mismo sirve para apagar una barbacoa que para salvar a un bebé a punto de ser atropellado en su carrito, pasear a su perro o incluso para volar por le ciudad ayudado de varios globos, ayuda a niños amenazados por un león,…
La serie de titula ‘John Dillermand’, apellido generado a partir de la raíz Diller, que es la forma infantil de referirse al pene (el equivalente en España sería pajarito o pito).
El primer capítulo se estrenó el 2 de enero y tuvo un éxito de audiencia incuestionable (fue visto por 200.000 espectadores) y un éxito de controversia y polémica.
Las valoraciones oscilan entre el puritanismo y el feminismo fundamentalista más rancios y los argumentos algo más elaborados que no dejan de estar influenciados por la sorpresa que ha causado un protagonista infantil que utiliza sus atributos como un superhéroe.
La cadena dice que el público se ha divertido y que más allá de lo del pene, la serie traslada valores del propio protagonista nada machistas ni casposos, todo lo contrario: fomenta la colaboración, la escucha,…
La psicóloga clínica Erla Heinesen Højsted destaca en The Guardian que “la serie muestra a un hombre impulsivo que no mantiene siempre el control, que comete errores, como lo hacen los niños, pero lo crucial es que Dillermand siempre hace lo correcto. Asume la responsabilidad de sus acciones. Por ejemplo, cuando una mujer en la serie le dice que debería mantener el pene en sus pantalones, él escucha, lo que está bien”.
El canal que emite la serie se ha defendido de las críticas recordando que perfectamente podrían hacer un programa «sobre una mujer que no logra controlar su vagina» y que lo esencial es lo que los niños han disfrutado con la serie.
