El paso de la borrasca Filomena ha dejado este sábado de madrugada cubierta de nieve a Salamanca. Una fina capa que nos dejó estampas navideñas y las calles muy resbaladizas, peligrosamente resbaladizas.
La nieve que ha colapsado Madrid y ha generado serios problemas de circulación, sobre todo de los camiones, en Ávila, en Salamanca ha sido menos dañina.
La ciudad del Tormes empezó a recibir las primeras precipitaciones a última hora del viernes y cayó a lo largo dela madrugada para dejar testimonio del paso de Filomena por la ciudad.
Pasadas las siete de la mañana los empleados de la limpieza empezaron a echar sal y a abrir caminos angostos en las aceras que ya estaban muy peligrosas para los pocos peatones que andaban por las calles. Pocos efectivos y escasos medios para como estaba la ciudad.
La nevada dejó una capa de unos cinco centímetros, mas espesa en algunos puntos e inexistente en otros, pero la ciudad amaneció blanca.