El aire que se respiró en Castilla y León durante el año pasado continuó siendo bueno y en algunos lugares, excelente, según el avance de datos provisionales que ha elaborado la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. En el informe destaca la reducción de los niveles de óxidos de nitrógeno, muy vinculados al tráfico y a la actividad industrial, como consecuencia de la situación de confinamiento derivado del estado de alarma decretado en marzo del año pasado.
ICAL. Respecto al ozono, contaminante secundario, no hubo variaciones, con registros por encima del valor objetivo de protección a la salud en los valles del Tiétar y el Alberche, en la provincia de Ávila, y en las montañas del sur de la Comunidad, y no fue necesario activar en ningún momento el protocolo de aviso y protección a la población a través del 1-1-2.
Por duodécimo año consecutivo, Castilla y León no registró superaciones de los valores límite de protección a la salud marcados por la normativa española y europea respecto a los contaminantes primarios que respiramos, según recoge el estudio.
La situación de confinamiento derivada del estado de alarma ha provocado un descenso de la contaminación por dióxido de nitrógeno (NO2), contaminante originado por las emisiones de tráfico rodado y por la actividad industrial. No se ha registrado en 2020 ninguna superación del valor límite horario, ni en el valor medio anual. De las 49 estaciones integradas en la Red de control de la calidad del aire de Castilla y León, 29 estaciones han registrado valores por debajo del 25 por ciento del valor límite y 18 por debajo del 50 por ciento de ese valor, lo que referencia la buena o excelente calidad del aire de la Comunidad respecto a este parámetro.
Con estos datos, todas las estaciones de Castilla y León cumplen también este año con los valores de referencia de la OMS. La media de todas las estaciones ha disminuido en algo más de un punto en 2020 respecto a 2019, siendo el valor más bajo de los últimos cinco años y representando el mayor descenso ocurrido en un año en este periodo, según apuntan desde el Gobierno regional en un comunicado recogido por Ical.
Respecto al dióxido de azufre (SO2), el benceno (C6H6) y el monóxido de carbono (CO), los valores han sido muy bajos, como es habitual. En lo relativo a las partículas en suspensión (PM10), con los datos provisionales por no haber aplicado aún el descuento legal por intrusiones de polvo procedente del norte de África, tampoco se han superado sus valores límite asociados. Los mayores valores diarios se dan en las estaciones de Medina del Campo (16 superaciones) en La Robla (10 superaciones) y en Ávila, León y Venta de Baños (8 superaciones), estando el valor límite en 35 superaciones en valor diario.
En cuanto al valor medio anual, fijado en 40µg/m3, ninguna estación supera este valor límite, estando la más alta en 25 en la estación de Medina del Campo y 21 en Valladolid. El resto de las estaciones están por debajo de 20 µg/m3, que es el nivel de referencia de la OMS para este parámetro, lo que determina la buena calidad del aire para este parámetro de la Comunidad.
Caen los niveles de Ozono
En cuanto al ozono (O3), contaminante secundario por formarse en la atmósfera a partir de emisiones de contaminantes primarios (precursores) provenientes de la actividad humana y emisiones naturales, se han seguido registrando valores altos en el verano pero menores que años anteriores.
Durante 2020 no ha sido necesario activar el protocolo de aviso y protección a la población de la zona a través del 112. Los niveles de ozono en 2020 han sido más bajos que en años anteriores, habiendo menos superaciones del valor de 120µg/m3 como media de 8 horas en las estaciones de la Comunidad, debido a la progresiva reducción de las emisiones globales de precursores derivadas de las medidas estructurales en desarrollo, la reducción de las emisiones de precursores derivada de la situación originada en la pandemia y por la reducción significativa de incendios forestales en 2020.
No obstante, las estaciones de San Martín de Valdeiglesias (Madrid), de referencia para la zona de los valles del Tiétar y el Alberche al sur de Ávila, y la de El Maíllo (Salamanca), representativas de la zona Montañas del Sur de Castilla y León, han superado el valor medio octohorario de 120µg/m3 (media de tres años), con un valor de 26 y 35 ocasiones, respectivamente.
Esto determina que la zona atmosférica ‘Valle del Tiétar y el Alberche’ ‘Montañas del Sur de Castilla y León’ hayan superado este valor objetivo, afectando a una población de aproximadamente 275.000 personas residentes, pero que acoge numerosa población visitante. Todo ello a falta de un análisis detallado que tenga en cuenta también las circunstancias meteorológicas del año 2020 que influyen de una manera muy importante en la formación del ozono.
Teniendo en cuenta las superaciones del valor objetivo de protección a la salud, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente está tramitando un Plan de Mejora de la Calidad del Aire por Ozono derivado de la Estrategia de Mejora de la Calidad del Aire Regional, que se aprobará a lo largo de 2021, en el que se incluirán las medidas oportunas técnicamente viables para reducir la contaminación por ozono y, sobre todo, fomentar el conocimiento social de esta sustancia que permita la autoprotección de los ciudadanos.
2 comentarios en «La calidad del aire en Castilla y León reflejan la reducción de la contaminación por el confinamiento»
Pues Ecologistas en Acción valora los datos de manera muy distinta. Los de 2020 definitivos, aún no los ha publicado, pero hasta ahora siempre han advertido de que la mayor parte de la población de Castilla y León está sometida a una calidad del aire deficiente a la que cabe atribuir muchos miles de muerte cada año. En diciembre publicaron un informe provisional:
https://www.ecologistasenaccion.org/140177/informe-efectos-de-la-crisis-de-la-covid-19-en-la-calidad-del-aire-urbano-en-espana/
Durante los últimos 12 años ha habido episodios de superaciones suficientes como para afectar a la salud de decenas de miles de castellanoleoneses. Sólo en el 2020 la situación ha mejorado significativamente y no es por mérito de la Junta de Castilla y León sino por el parón económico del COVID.