El precio de la trufa se ha visto reducido por los efectos de la pandemia derivada del Covid-19 en un 40 por ciento, a pesar de su extraordinaria calidad esta campaña. Así lo ratificó a ICAL el portavoz de la Asociación de Truficultores de Soria, José Manuel Pérez, quien señaló que los cierres constantes al sector de la hostelería han influido «mucho» en la venta de este producto
ICAL. La campaña de la trufa arrancó, según el truficultor, con unos precios del hongo “tirados por el suelo”, y reiteró que, a pesar de que se han normalizado un poco, están como mínimo un 40 por ciento más bajo que en años anteriores.
“Uno de nuestros potenciales clientes es el sector de la hostelería y este mercado es muy reducido porque está pasando una situación dramática. No se atreve a comprar grandes cantidades de un producto que es caro y que si les obliguen a cerrar no saben qué hacer con él”, argumentó.
Asimismo, recalcó que, a pesar de que los truficultores de Soria y Burgos venden trufa de Castilla y León a Francia, este país ha optado por consumir su producto local en aras a defenderlo. Esta situación ha provocado la bajada de las ventas también en el extranjero. “Seguimos vendiendo en el extranjero, pero muchos países también tienen la hostelería cerrada. Todo nos ha influido”, reseñó.
José Manuel Pérez precisó que a pesar de que las ventas han disminuido la calidad del producto es “excepcional”, y añadió que las últimas nevadas ayudan a la maduración del hongo.
“Ahora mismo los truficultores están parados porque tienen las plantaciones cubiertas de nieve y hielo pero la calidad del producto es muy buena porque es el primer año que estamos teniendo un invierno como en los 70 cuando no nevaba mucho y había mucha trufa silvestre. Para nosotros este frío y la nieve es muy buena ”, recalcó.
Por otro lado, Pérez insistió en que la promoción de la trufa de Castilla y León es una prioridad básica y, por ello, insistió en que debe ser un producto accesible para los hogares. Para ello, alentó a buscar el equilibrio entre el precio que percibe el el productor y el que paga el consumidor final.
En este aspecto, recordó que las producciones de trufa aumentan no solo en Soria sino también en otras zonas como Burgos y Palencia y que será necesario mirar al futuro y abrir nuevos mercados para no “mal venderlo”.
“Si no somos capaces de vender más pero sí aumentamos la producción nos vamos a encontrar con un excedente y una saturación del mercado. No vamos a conseguir sacar el producto o vamos a tener que mal venderlo. La promoción es una prioridad básica, más aún en un producto que no es de primera necesidad”, alentó.
En este sentido, agregó que la previsible no celebración de la Feria de la Trufa de Abejar repercutirá de manera considerable también en el sector, ya que es un evento que ayuda a posicionar la trufa de Soria a nivel nacional.
Por último, el truficultor avanzó que con el aumento de la producción en la Comunidad autónoma limitará el precio de la trufa, y agregó que no será un producto de «lujo e innacesible». Por ello, alentó a la población a aprender a utilizarla y tenerla en cuenta, ya que “cambia por completo el sabor de cualquier plato”.