[dropcap]E[/dropcap]l arroyo del Zurguen se ha candado, como dicen por estos lares, es decir que se ha helado de una orilla a otra.
El Zurguen no suele ser un arroyo muy caudaloso, por lo que al frío extremo que hemos vivido en Salamanca esta última semana, no le habrá costado mucho helar sus aguas, pero siempre resulta un espectáculo natural ver un caudal helado.
El Tormes también ha sufrido las bajas temperaturas y en parte ha ofrecido a los salmantinos la vista de verlo helado, que hacía muchos años que no se producía este fenómeno.