La situación epidemiológica de Salamanca empieza a mejorar cada día que pasa, pero la sanitaria sigue pagando el efecto del estallido de contagios de enero.
Este martes se notificaron cinco muertes más por coronavirus en el Hospital Clínico, justo cuando parece que se consolida un descenso notable del volumen de contagios que, aun siendo alto (147 más), dista mucho de los que se registraron las dos semanas anteriores, en el pico de la tercera ola de la pandemia.
No obstante, en la última jornada apenas ha cambiado la ocupación hospitalaria a pesar de que se dieron 37 altas. Este martes había 295 pacientes covid en planta (seis menos que la víspera) y otros 42 en la UCI (uno menos). Es decir, que si los médicos no hubieran sanado a ese volumen de pacientes el Clínico estaría ya casi como en lo peor de la primera ola cuando nos cogió a todos sin saber cómo capear el temporal.
La situación en las residencias se ha alterado este martes al notificarse que nueve de las últimas víctimas mortales eran ancianos que vivían en geriátricos.
Mientras la situación sanitaria sigue siendo complicada, como era de prever tras la eclosión de contagios postnavideños, y la mortalidad sigue siendo dramática, los indicadores epidemiológicos parece que afianzan la tendencia descendente. La velocidad de transmisión es un 30% inferior a la de hace una semana, y la incidencia acumulada a siete días es un 25% más baja que hace siete días, aunque sigue en niveles desmesurados (607 casos por cada 100.000 habitantes, cuando el nivel 4 de riesgo, el más alto, esta en 259 casos).