El lobo ha sido incluido en el Listado de Especies de Protección Especial (Lespre), decisión de la Comisión Estatal de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad.
Este hecho supondrá «un gravísimo problema de gestión para las cuatro Comunidades Autónomas que albergan más del 95% de los lobos de España y que han rechazado de forma unánime la propuesta presentada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico», entre ellas Castilla y León.
Ante esta situación, las Organizaciones Profesionales Agrarias (OPA) y colectivos ganaderos han dado su opinión sobre esta decisión.
Así, Asaja Salamanca quiere dejar patente «el exceso de celo por el que se está atacando mediante numerosos frentes para desprestigiar y acabar con los usos de la agricultura y ganadería. Esta organización agraria denuncia que, una vez más, el sector sea el gran perjudicado y que esté a merced de determinados intereses que quieren acabar con la forma de vida en el medio rural; lo que hace sospechar que haya un complot para desprestigiar, una vez más, a un sector ya machacado por los bajos precios, el escaso valor y las dificultades derivadas de la Covid-19″.
Según la OPA, la presión «por mejorar las cifras en tuberculosis bovina, el cambio de estatus del lobo y la convergencia en la PAC 2021-2023 suponen un varapalo para la ganadería salmantina».
«Ejemplo del acoso en el que viven agricultores y ganaderos es la tensa situación causada por el supuesto cierre de Vitigudino ante la prevalencia de tuberculosis bovina. Esta OPA no se niega a que se tomen medidas para mejorar la sanidad animal y bajar la prevalencia. Sin embargo, no se deben implantar normas que no tengan en cuenta el modo de trabajo en extensivo de esta comarca y provincia y por las que sería inviables de efectuar para los ganaderos de la zona. De ahí, que surjan manifestaciones como las que se están celebrando recientemente«, indica en un comunicado.
Por otra parte, los daños que produzca el lobo a la ganadería apuntan a ser inevitables y «parece que tendrán el visto bueno del Ministerio de Transición Ecológica; ya que la Comisión Estatal de Patrimonio Natural de la Biodiversidad ha aprobado la inclusión del canido al Listado de Especies de Protección Especial (LESPRE). ASAJA Salamanca criticará siempre que, en la decisión, se hayan desoído a las cuatro únicas comunidades que verdaderamente tienen problemas con el lobo, ya que en ellas se aglutina el 95 % del censo español (Castilla y León, Asturias, Galicia y Cantabria)», señala Asaja Salamanca.
«Asaja Salamanca señala que la mayor parte de manadas se encuentran en Castilla y León y, ante el supuesto del que al norte del Duero deje de ser el lobo una especie cinegética, las consecuencias las pagarán las regiones del sur, como Salamanca, ya que muchos de los ejemplares encontrarán su despensa particular en la cabaña ganadera que se produce en esta provincia en extensivo».
Por todas estas cuestiones, la OPA «solicita que todos los agentes implicados desistan de poner más trabas a un sector que fue el primero en responder ante la pandemia y del que todos dependemos para comer. Asimismo, la OPA solicita a la ciudadanía a que defiendan a agricultores y ganaderos, base de la economía de esta provincia».
Por su parte, la Asociación Ganadera 19 de Abril explica que Castilla y León es una Comunidad que «sufre los ataques del lobo en el ganado doméstico y sus consecuencias. Como no podía ser de otra forma, mostramos nuestra absoluta disconformidad con este cambio normativo».
El lobo pasara a ser en todo el territorio nacional, a propuesta de la Comisión de Patrimonio y Biodiversidad, especie protegida y por tanto dejará de ser especie cinegética al norte del Duero y quedará prohibida su caza. «España cuenta con diferentes modelos de gestión de la especie dependiendo de la Comunidad. La distribución no es igual en todo el territorio ni la población comparable entre Comunidades. Habita de forma mayoritaria en Cantabria, Asturias, Galicia y Castilla y León. Por ello, una propuesta generalizada que equipara al mismo nivel a todo el territorio, podemos decir de ‘café para todos’, no hace otra cosa más que aumentar la tensión de un sector ya de por si castigado y sometido a constante presión», denuncia este colectivo.
Si la convivencia entre el lobo y la ganadería era de por sí difícil aun existiendo control poblacional al norte de nuestra Comunidad, «a partir de ahora con esta prohibición, el número de ataques al ganado, los daños y las pérdidas serán aún mayores. De ahí nuestro rechazo a una medida que daña el sector y nuestro medio rural», concluye.