La situación de la pandemia ha mejorado algo en Salamanca, pero tenuemente. Quizá sea más apropiado hablar de que ha dejado de empeorar tanto y tan rápido como en la segunda quincena de enero, pero la curva de contagios se ha aplanado en niveles elevados y este viernes se han disparado los ingresos en el hospital de pacientes afectados por la covid-19.
Salamanca sumó 225 positivos en las últimas 24 horas, cincuenta menos que la víspera, pero aún en niveles elevados, no como en enero, cuando se alcanzó el pico de la tercera ola, pero muy por encima de lo que sería deseable. Este indicador ha pasado de estar por encima de 400 a moverse por encima de los 200 en los últimos tres días.
Esto ha propiciado un nuevo aumento considerable de los ingresos, 41 en una jornada, una cifra superior a las 28 altas que se firmaron en el Hospital Clínico.
Así las cosas, quedan 297 pacientes covid ingresados en planta (12 más que el día anterior) y otros 42 en la UCI (uno menos).
Lo único que mejora momentáneamente es la mortalidad, ya que tras la sangría de los últimos ocho días, en las últimas 24 horas se han notificado dos fallecidos por coronavirus en el Hospital Clínico, según los datos de la Consejería de Sanidad.
Los indicadores epidemiológicos también mantienen la tendencia descendente, pero más atenuada. De hecho, el índice reproductivo que mide la velocidad de transmisión del virus se ha situado en 0,73 personas contagiadas por cada infectado, frente al 0,72 de la víspera, rompiendo la racha de ocho días consecutivos de descensos.
La incidencia acumulada a siete días también baja, pero se ha producido una desaceleración a niveles que aún casi duplican el umbral que marca el nivel cuatro de riesgo extremo (situado en 250 positivos por cada 100.000 habitantes), sin duda debido al ritmo aún elevado de contagios. En el conjunto de la provincia se ha situado en 499 casos (27 menos que el jueves) y en la ciudad del Tormes, en 473 (once menos).