Es recomendable que inviertan (que no es lo mismo que gastar) cinco minutos de su tiempo en leer y pensar sobre la nueva reflexión de Miguel Marcos en Twitter.
El médico internista del hospital de Salamanca e investigador del Ibsal ha hecho un repaso sobre lo que suponen las nuevas variantes de la Covid-19 y todo lo que se puede lograr con las vacunas: eso sí, sin relajar ni un momento las medidas sanitarias de siempre (mascarillas, higiene, distancia social y espacios cerrados).
Y recuerda algunas imágenes vistas en Wuhan, Nueva Zelanda o Australia, al tiempo que no comparte las medidas de cierta relajación llevadas a cabo por el Gobierno; e insiste, sí: «Lo de Navidades de ‘podemos relajar las medidas porque la incidencia está por debajo de X’ fue un error gravísimo que estamos pagando dolorosamente».
Aquí su hilo completo:
«Amaina la tercera ola y se habla otra vez de desescalada y posible cuarta ola mientras que la vacunación va lenta y se habla de las nuevas variantes y de las reinfecciones… ¿qué está pasando? Pero, sobre todo, ¿es que esto no va a terminar nunca? Va hilo con mis impresiones…».
Lo primero es tener claro que en España (y en nuestro entorno) hemos asumido una estrategia de contención o ‘convivencia’ con el virus que nos lleva a este sube y baja de casos (y muertos), oleadas, implantación y relajación de medidas restrictivas, etc. ¿Nada que no sepamos no?».
«Esta estrategia no es la que han seguido otros países (y no solo Nueva Zelanda, ver abril) y desde abril expreso mi sorpresa y resignación porque hayamos decidido seguirla. Pero esto sería otro tema, no estoy aquí para discutirla hoy, porque es lo que hay«.
«Esta estrategia nos ha llevado a no cerrar fronteras pese a las nuevas variantes. No cerramos en marzo de 2020, ni impusimos cuarentena a los viajeros posteriormente, ¿cómo íbamos a prevenir la llegada de las variantes brasileña o sudafricana? Qué cosas se nos ocurren…».
«Como digo, no estoy aquí para discutirlo, porque no es solo España, ocurre en toda Europa (ya hay muchas voces que piden otra política, igual que en otros países). Quiero creer que no es posible pero prefieren decirnos que «no hace falta» para no alarmarnos… no sé qué es peor».
«O también, en otra versión, implantar medidas parciales y tardías (igual que ocurre para frenar las olas), que son como cerrar la puerta del establo cuando se ha escapado el caballo. P. ej., se restringen vuelos con Sudáfrica y Brasil cuando ya está aquí«.
«Sea como sea, ya están aquí las nuevas variantes, no solo la británica, y su transmisión se asume como inevitable (recordemos: convivir con el virus) igual que la expansión inicial en 2020. Sabemos más, pero seguimos sin controlar al virus… aquí lo dejo».
«Y el ‘pequeño’ problema es que estas variantes son el virus 2.0. La variante británica es más contagiosa y las sudafricana y brasileña parece que pueden ‘escapar’ del sistema inmune, es decir, que no sean útiles del todo los anticuerpos que tengamos (por vacuna o por infección)».
«Se han hecho muchos estudios y se ha escrito más todavía pero los datos son escasos, muchos in vitro o con poco seguimiento por lo que no podemos ser concluyentes. Lo más claro, en relación con las vacunas, es que la vacuna de Astra no parece cubrir bien la cepa sudafricana«.
«Y, sobre todo, que las nuevas cepas pueden producir infecciones graves, como se cree que puede haber ocurrido en Manaos (aunque ahí hay faltan datos para saber exactamente el problema) y como ya se ha constatado en Europa con casos de reinfecciones graves».
«Esto nos puede hacer pensar en un escenario terrorífico de una nueva pandemia dentro de la pandemia pero, aunque es cierto que las nuevas variantes comprometen mucho nuestro control de la pandemia, no va a ser así de horrible por varios motivos, afortunadamente«.
«El primero porque sabemos lo que hay que hacer para prevenir la transmisión del SARS-CoV-2 (aunque a veces no lo hagamos) por lo que las nuevas olas no deberían ser peores de lo que llevamos. Pero sí, es más que probable que nos quede ‘alguna’ ola… la cuarta casi es segura«.
«Y el segundo porque es muy difícil que las cepas escapen completamente del sistema inmune. Por vía natural, dado que la gente que lo haya pasado probablemente tenga cierta inmunidad (aun contra las nuevas cepas, pero variable en cada persona).Y por las vacunas presentes y futuras».
«Así, hay datos in vitro que sugieren que la vacuna de Pfizer sí protege contra otras variantes, lo cual son excelentes noticias de forma preliminar pero que hay que confirmar en la vida real y ver qué ocurre cuando se extiendan».
«Por si acaso, ya se están preparando vacunas (o nuevas dosis de las existentes) que cubren específicamente estas variantes y la enorme ventaja de la tecnología MRNA es que esto puede hacerse con mucha rapidez. Una vez más, la ciencia nos saca de problemas«.
«Por otro lado, los datos de las vacunas en Israel y en otros países (contra la variante ‘clásica’, recordemos) son muy buenos y se están difuminando todas las críticas sobre seguridad, que no reduzcan la transmisión, etc., etc. !!Las vacunas funcionan!!«.
«Y, después de todo esto, gracias por llegar hasta aquí, ¿qué puede pasar y qué tenemos que hacer? Sin entrar en que lo que creo que es obligado: aumentar la producción de vacunas y mejor control de fronteras en Europa para controlar aquí y luego poder ayudar a vacunar al resto«.
«Lo que podemos esperar es un mayor riesgo de reinfección por parte de los ya infectados (¡ajustaos las mascarillas!) y una menor eficacia de las vacunas existentes y por tanto el riesgo de una cuarta ola (de momento vamos una a una) y que tardemos más en controlar la pandemia».
«También es posible que los que ya hemos recibido una vacuna tengamos que ponernos otra dosis de recuerdo cuando esté disponible para las nuevas variantes, todo ello pendiente de comprobar la respuesta en el mundo real de las vacunas de Moderna y Pfizer«.
«Se hace ya muy largo el camino y este nuevo desvío creo que se nos hace a todos ya demasiado pesado, pero afortunadamente las vacunas nos van a permitir atajar. De hecho es el único camino posible: vacunar lo más rápido que podamos y seguir controlando la transmisión».
«Solo me queda terminar insistiendo en lo obvio: aunque nos vacunemos o lo hayamos pasado hay que seguir con las medidas preventivas. Si no nos ponemos mascarilla o nos juntamos en un espacio cerrado el virus te puede llegar a la garganta si está en el ambiente«.
«Y si te llega a la garganta se puede producir la reinfección (aunque sea leve o asintomática) y se puede también transmitir a otras personas, aunque sea menos de lo que lo transmitieras en una primo-infección o en una persona no vacunada. Pero no hay garantía de no hacerlo».
«Esto es importante explicarlo bien: las vacunas reducirán la transmisión al reducir los casos graves y los casos totales (ya hay datos sobre ello y otro escenario es muy improbable), pero la vacuna no te ‘esteriliza’ la garganta ni crea un escudo que evite que te llegue el virus«.
«Por tanto, las vacunas permitirán reducir los casos (tal vez con algún sube y baja o alguna ola extra por las variantes, que no contábamos con ello). Y es cuando se reduzcan de verdad los casos cuando podremos quitarnos la mascarilla. De verdad es de verdad, supresión del virus».
«Lo de Navidades de ‘podemos relajar las medidas porque la incidencia está por debajo de X’ fue un error gravísimo que estamos pagando dolorosamente. Las medidas se podrán relajar cuando no tengamos casos de Covid, igual que ha ocurrido en otros países».
«Todos vimos las imágenes de la fiesta en Wuhan el año pasado y ahora circula este vídeo de Nueva Zelanda. ¿Nos da envidia? Mucha, pero a la vez nos demuestra que es posible. Nos queda todavía camino. Poco a poco y sobre todo vacunando mucho«.
1 comentario en ««Lo de Navidades fue un error gravísimo que estamos pagando dolorosamente»»
No se preocupe, después de operación «salvar la Navidad» en sus pantallas «salvemos la semana santa», solo hay que ver san Julián…