El fin de semana ha sido como los del pasado verano para los bares con terraza que estaban abiertos. Llenos y con dificultades para encontrar un sitio para tomarse algo, sobre todo en los del centro.
El sábado hasta los topes y este domingo más de lo mismo en las terrazas de moda en esta pandemia, que al final han sido bastantes.
Las buenas temperaturas han animado a practicar el tardeo, adelantando la salida de fiesta debido al toque de queda, lo que lleva a algunos a realizar una ingesta excesiva en poco tiempo con las consecuencias por todas conocidas, y otros que llegan las 20 horas y no tienen prisa por levantarse.