Carlos Rubén o el brillo de la normalidad

El jugador del CD Guijuelo es el mejor ejemplo de que la edad es solo un número
Carlos Rubén

Brillo y normalidad son dos palabras que por separado explican muchas cosas, pero unidas elevan algo rutinario a la excelencia.

Un claro ejemplo de ello es el jugador del CD Guijuelo Carlos Rubén Esteban (El Real de la Jara, Sevilla, 26-03-1983), que sigue siendo el mejor futbolista del equipo ‘verde’ en esta dura y complicada campaña de la Covid-19.

El ‘6’ se ha vuelto a convertir en un jugador insustituible, una temporada más; lo fue para Crego, Rubén de la Barrera, Fernando Estevez, Jordi Fabregat, Ángel Sánchez, Jacobo Montes y, ahora, para Chuchi Jorqués, con el que compartió vestuario en su etapa como jugador.

Su rendimiento lleva eliminando mucho tiempo cualquier prejuicio sobre la edad, que él se ha encargado de demostrar que solo es un número, nada más, con sus actuaciones en el terreno de juego, que es el lugar indicado para ‘hablar’.

Cerca de las 38 primaveras, basta con su presencia en el centro del campo para aventurar que algo va a pasar; a su calidad con el balón en los pies, el ‘ingeniero’ del Guijuelo ha sumado también un sacrificio defensivo que sujeta al equipo y le da esa primera salida de balón que tanto necesita.

Curiosamente, fue Jordi Fabregat el que descubrió a Carlos Rubén para ese puesto por las necesidades del equipo, pero tras su gran rendimiento, finalmente se ha hecho con el mando del centro del campo. Lateral derecho, extremo, interior… e incluso central, no hay ninguna posición que se le resista y su regularidad ha sido la nota predominante de su carrera.

¿El secreto? Alargar una carrera hasta estas edades y manteniendo un rendimiento excelso es fruto del cuidado de la alimentación, el físico, las horas de descanso y el hecho de practicar ejercicio en las jornadas de descanso; aficionado al mundo de la bici, es un asiduo a este deporte que le ayuda a liberar la mente y mantenerse en forma.

Igual que el hecho de mantener su cabeza ocupada con otras cosas. Es Graduado en Ingeniera Mecánica, mientras que ahora realiza un Máster de Industrial en Béjar, por lo que el tiempo que no dedica al fútbol lo tiene empleado en algo que le apasiona.

Su media de partidos por temporada es muy elevada y suma en toda su carrera más de 400 partidos entre Segunda, Segunda B y Copa del Rey, además de sus etapas en Tercera División. Pero, Guijuelo siempre ha sido su talismán, quizá el club en le que ha dado mejor rendimiento salvo su etapa en el Eibar.

Carlos Rubén

En sus años en Guijuelo, salvo la 2009-10, ha superado los 2.000 minutos con creces, ya que las lesiones también le han respetado y no ha sufrido ninguna de gravedad, porque su genética también es muy agradecida.

Con Jordi Fabregat y Ángel Sánchez volvió a tener un rendimiento ‘top’ sobre el terreno de juego; pero, lo más sorprendente es que en la campaña en la que cumplirá 38 años, quizá estemos viendo al Carlos Rubén más completo, resistente y que lo juega absolutamente todo. Solo José Martínez, que suma una ristra de minutos, ha jugado más que él; y cuando ‘el ingeniero’ no está, se nota, demasiado.

Ahora, vive uno de sus momentos más duros, quizá el que más, con la camiseta del CD Guijuelo, club que significa mucho para él y por el que quiere seguir peleando hasta el final. Quienes le ven entrenar cada día dicen que no hay jornadas de descanso en la ‘oficina’ y que su espíritu competitivo sigue como el primer día, más aún con la llegada del ‘profesor’ Chuchi Jorqués al banquillo.

Toca ayudar a lograr la penúltima machada de su carrera deportiva; a buen seguro que lo hará como siempre, con el brillo de la normalidad.

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