Opinión

Tod@vía

[dropcap]A[/dropcap] estas alturas de la marcha del mundo todavía hay gente que trabaja, y trabaja bien, de forma desinteresada en función de un ideal relacionado con asuntos comunitarios. Desde hace ya varios años me viene sorprendiendo la dedicación de quienes se integran en la organización Tod@vía. De modo fijo o coyuntural una serie de personas dedican su tiempo y esfuerzo a defender y tratar de recuperar y mantener la vieja vía férrea entre La Fuente de San Esteban-Barca D´Alva. Trabajos a veces exigentes, que requieren esfuerzo, además de horas. Allí nadie cobra ni un real, incluso se paga.

Las facenderas convocadas por Tod@vía, aparte de las dosis de idealismo que destilan, arrojan sobre todo un enorme esfuerzo en defensa de un monumento declarado BIC (bien de interés cultural) que han abandonado los diferentes estratos de la Administración pública, a pesar de la obligación que tienen de mantenerlo adecuadamente. Incluso no han faltado, ni faltan, ocasiones en las que la pelea y el esfuerzo de esas personas [pull_quote_left]Lo que en otro país, quizá incluso en otras tierras de este mismo país nuestro, sería motivo de cuidado y explotación, a nosotros nos importa un pito, como otra forma más de explicación de que nos hemos labrado el pasmo en que nos hallamos[/pull_quote_left]entregadas a salvar estructura tan singular se topa con la oposición –la inferencia y el olvido ya son casi seculares– de quienes tienen poder, medios y obligación de conservar ese bien. Es decir, el abandono vergonzoso resulta que se suma al constante desfile de impedimentos y obstáculos que, desde el poder, se colocan a quienes cuentan con conciencia cívica y tratan de salvar y mejorar esa vía férrea con un trazado realmente soberbio entre un paisaje ciertamente supremo y poderoso. Lo que en otro país, quizá incluso en otras tierras de este mismo país nuestro, sería motivo de cuidado y explotación, a nosotros nos importa un pito, como otra forma más de explicación de que nos hemos labrado el pasmo en que nos hallamos.

Este fin de semana y el próximo Tod@vía ha avanzado un nuevo paso destacado, y ha convocado en Lumbrales una facendera para disponer los tablones que se colocarán sobre el tablero de uno de los puentes del recorrido ferroviario para permitir sin riesgo el paso de peatones y, de esa forma, poder disfrutar de un entorno con belleza y poderío reconocidos. La Administración ha dejado arruinar esos pasos, incluso ha impedido mejoras concretas. Al menos ahora no se opondrá a la colocación de las maderas tratadas para su impermeabilización que estas gentes esforzadas y dignas de aplauso van a disponer. Todavía quedan idealistas que nos dan soberanas lecciones de realidad y esfuerzo. Tod@vía.

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