A Mañueco le crecen los enanos, incluso en el PP de Salamanca

Por si no tuviera pocos quebraderos de cabeza con los asuntos de gobierno (ayer tuvo que sucumbir ante Igea y Casado, que, para mayor desesperación, si cabe, de los damnificados, han dado el enésimo tumbo en sus desquiciantes criterios para la desescalada) el presidente de la Junta se ha desayunado hoy con una información del diario “El Mundo” (edición nacional) destacada en primera página con el siguiente titular: “Génova diseña un plan para relegar a Mañueco”.

En realidad, la información no desvela prácticamente nada nuevo, si acaso que al presidente regional le ha salido un sector crítico dentro del PP salmantino, que, a lo que se ve, ha dejado de ser un reducto inexpugnable para la oposición interna. Que, siguiendo las instrucciones de Pablo Casado, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, viene pilotando un plan para que los afines a la dirección nacional se impongan a los de Mañueco en los inminentes congresos provinciales del partido, era algo sobradamente conocido. Y que, de no sacar bandera blanca las huestes del presidente regional, la batalla va a resultar encarnizada, especialmente en provincias como León, Burgos y Soria, también. Valladolid constituye una excepción, salvo que salte por los aires el consenso alcanzado para que herede la presidencia del partido Conrado Iscar a condición de tragar con un casadista en la secretaría provincial. Pero en todas las demás provincias las escaramuzas están en marcha.

En Salamanca a Mañueco le ha salido rana el portavoz adjunto del grupo popular en las Cortes, Salvador Cruz, lo cual no debiera extrañarle habida cuenta de que en anteriores legislaturas ejerció como fiel vasallo del ex vicepresidente de la Junta y hoy declinante concejal, Joseantonio “El Pica” de Santiago-Juárez. Pero Cruz no es tampoco el más relevante del grupo crítico salmantino. El mismo está nucleado por un grupo de diputados provinciales encabezados por uno de los dos vicepresidentes de la institución, que dan por amortizado al actual presidente de la Diputación y del partido, Javier Iglesias, quien a esas alturas únicamente aspira a conservar su cargo en el Palacio de la Salina durante lo que le resta de mandato. Otra pieza importante del frente crítico es el senador Bienvenido de Arriba.

Impulsados desde Génova, los casadistas van a por todas, incluso en otros feudos mañuequistas que, al igual que Salamanca, han dejado de ser monolíticos. En Zamora, donde el compadre Fernando Martínez Maillo sigue controlando el partido, se han producido fisuras tan imprevisibles como la de la expresidenta de la Diputación y actual portavoz municipal del PP en la capital, Mayte Martín del Pozo. También están desmarcados del bloque “maillista” la diputada del Congreso Elvira Velasco y los procuradores Óscar Reguera, secretario segundo de la Mesa de las Cortes, y Alberto de Castro, éste último anterior delegado territorial de la Junta mantenido contra viento y marea en el cargo por Juan Vicente Herrera precisamente porque no era de la cuerda de la dirección provincial.

En Segovia, el otro gran feudo mañuequista, bajo control del secretario regional, Paquito Vázquez, Génova ya metió una cuña cuando Casado impuso como candidato a la alcaldía de la capital a Pablo Pérez Coronado, elegido senador en las posteriores elecciones generales. Pero “El topillo” ha detectado otros movimientos entre bambalinas que pueden resquebrajar muy seriamente el bloque que, por delegación de Vázquez, administra con su acreditada torpeza la presidenta del PP segoviano, Paloma Sanz, con el de su máximo hombre de confianza, que no es otro que el delegado territorial de la Junta, José Mazarías, coordinador provincial del partido. A Mañueco no paran de crecerle los enanos, incluso donde jamás lo hubiera sospechado.