[dropcap]A[/dropcap]lfonso Cuñado es uno de los grandes pintores salmantinos de nuestro tiempo. Lo encontramos en su estudio embalando unos 15 cuadros con destino a la Feria de Arte Internacional de Taipei, en Taiwan, una de las más importantes de Asia, donde expone desde hace ocho años ininterrumpidamente. Asegura que está perfectamente de salud, que durante la pandemia ha trabajado más y que al principio fue muy duro, porque el coronavirus afectó a familiares directos. Ahora, todo está bien.
Debido a tu trabajo tienes mucho contacto con Asia. ¿Qué noticias te llegaban de allí hace ahora un año?
Eran más alarmantes de lo que yo estaba viendo aquí. Para mí, un punto de inflexión fue ver cómo y cuándo llegó a Italia. Supe que después vendría aquí, porque no había control en los aeropuertos.
¿Pudiste exponer el año pasado en Taipei?
Sí. Justo tenía preparada la caja para enviar con 16 cuadros cuando se decretó el confinamiento en España. De hecho, se retrasó el envío unos 10 días por problemas en aduanas.
¿Y en Taiwan?
Anularon la feria. Lo que hicieron fue una exposición alternativa, pero no feria de arte como otros años.
¿Hubo venta?
Sí. De hecho no me fue mal.
Acabas de empaquetar las obras que irán a la feria internacional de arte de Taipei, en Taiwan. ¿Cómo la tienen planteada este año?
Será del 14 al 17 de mayo, como iba a ser el año pasado, en el 101 de Taipei, con los expositores organizados. Allí se restaura la normalidad.
¿Taiwan ha estado bien?
Taiwan ha sido más precavido que la propia Organización Mundial de la Salud -OMS- desde el punto de vista de la pandemia. Se pusieron en guardia, controlaron aeropuertos,.. Tienen un comité de expertos dedicados a las pandemias, porque no es el primer SARS que hay. Estaban preparados y se pusieron manos a la obra. El resultado, unos siete muertos en toda la pandemia. En España rondemos los 100.000.
Alfonso, ¿sacaremos algo bueno de esto?
Soy muy optimista, por lo que creo que sí, que de todo lo malo se saca siempre algo bueno. Aunque tenemos la memoria de los peces, nos olvidamos en seguida. Pero, esto ha sido tan duro que nos va a ayudar a reflexionar.
¿El bosque no nos está dejando ver los árboles?
Los árboles no los vemos nunca, (Risas) porque no hacemos un análisis concienzudo del sistema. A veces hay que hacer al revés. A veces se mira demasiado los árboles y no se ve el bosque. En pintura, conviene separarse, no ser tan analítico, porque se puede perder la idea de conjunto. Tiene que haber un equilibrio entre los árboles y el bosque.
¿De ésta o salimos todos junto o no salimos?
Por supuesto. La labor de equipo es mucho más eficaz que la individual, sobre todo si prevalece el interés general sobre el particular.
Como artista, trabajas en solitario. ¿Ha habido muchos cambios en tu vida con el confinamiento?
Quitando los primeros días, cuando estaba preocupado por mi familia, que dejé de pintar y no tenía ánimos de entrar en el estudio, no ha habido cambios. Curiosamente, aunque parezca mentira, he tenido más intensidad de trabajo que en circunstancias normales. Es lógico, estás confinado, no puedes salir de casa, tienes el estudio aquí, por lo que he dedicado más horas a pintar de lo habitual. La influencia ha sido para trabajar más.
¿Veremos el confinamiento en tu obra?
No. Mi forma de ser vital es que cuando me pongo a pintar desconecto del mundo, pero de manera absoluta. Existe la música que tengo de fondo, el cuadro y yo. No me afecta el mundo exterior en la pintura.
¿Cómo está el arte en estos momentos?
Hay de todo. En Madrid hay galerías que lo están pasando mal y otras se están defendiendo porque buscan la calidad.
¿Crees que se invertirá en arte?
Es muy difícil predecir si una obra que se compra por 100, dentro de 30 años valdrá 500. El arte como inversión yo no la entiendo, para eso están los inversores que saben dónde hacerlo. Es muy difícil saber si esto va a ser rentable desde el punto de vista de la inversión o no. Estoy más en la línea de comprar arte porque me emociona y me gusta, no por inversión.
Hace unos años, un Van Gogh fue el cuadro más caro de la historia y decía un crítico que ni era tan malo cuando se murió de hambre por no vender ninguno, ni lo era ahora.
Efectivamente.
Alfonso. Te suena el teléfono y es Pedro Sánchez. Te pide que le ayudes a invertir los 77.000 millones de euros de los Fondos Europeos para la Recuperación. ¿Qué le dirías?
Para empezar, esas cifras no las asimilo. (Risas)
Calderilla.
(Risas)
Te pide un consejo…
No es que haga lo que yo diga. (Risas) Como estamos hablando de economía, utilizando el sentido común, para que la economía de un país funcione, tiene que hacerlo el empleo. Los que generan empleo son empresarios, autónomos,… Ese dinero lo daría a los empresarios para que crearan trabajo.