[dropcap]H[/dropcap]ace unos días, en este mismo diario digital escribí que los que pasábamos de los 80 estábamos olvidados de la mano de Dios, o mejor dicho, de los señores que reparten las vacunas.
Ahora, por mi nieta me entero que sus profesores están indignados porque les toca ponerse la vacuna en vacaciones y han montado en cólera. ¡Válgame Dios! Con las ganas que tenemos los octogenarios, maestros y profesores incluidos, de ser vacunados.
¡Por favor! Un poco de empatía, un poco de saber estar y un poco de por favor, que decían en una serie de la televisión. No tienen ustedes nombre, ni decencia, ni humanidad.
Si es verdad que no se quieren vacunar porque están de vacaciones, es un insulto a todas las personas que quieren vacunarse y no pueden. No solo nosotros, que somos muchos y parece que quieren que nos muramos para no pagarnos las pensiones. Me hacen pensar mal y eso que de naturaleza soy optimista.
Les digo a todos esos maestros y profesores que no se quieren vacunar en vacaciones, que seguro que hay muchas personas trabajando en los supermercados, esas chicas y chicos que durante el confinamiento eran esenciales y ahora están olvidados, que estarían encantados de poner el brazo para que le inyectasen la vacuna.
Me consta que un colegio concertado de esta ciudad, lo sé de buena tinta, contrastada la información, por eso de que estoy mandando una carta a un periódico, que han tenido que mandar una circular obligando a los docentes a que se pongan la vacuna el viernes. Ellos muy indignados, no vaya a ser que pierdan una hora de sus vacaciones.
Soy consciente de que los maestros son son muy necesarios, han trabajado mucho, se han preocupado por los alumnos y han realizado unas labores rozando la excelencia, en la mayoría de los casos. Pero, con esto de la vacuna, no han estado a la altura.
Será que nunca llueve a gusto de todos…
Por: Juan Zato Elvira
4 comentarios en «Nunca llueve a gusto de todos»
Pues te cedo mi vacuna de Astrazeneca. La tuya, aunq tarde, será otra. SALUDOS
Señor, está usted muy confundido.
Estimado octogenario:
Los docentes se quejan, y con razón, por ponerles la vacuna en vacaciones. Y no por «perder horas de sus vacaciones», sino porque las administraciones han forzado a vacunarlos en sus vacaciones para que, en caso de efectos secundarios, no tengan que sustituirlos y, por ende, gastarse dinero.
Demuestra usted muy poca de esa empatía que demanda y una total falta de conocieniento de cómo funcionan las administraciones.
Te dejas 600 euros en unas vacaciones porque llevas un año sin poder salir ni respirar, porque como docente te están exprimiendo a trabajar mañana y tarde para atender a todos (los online y los presencial), y resulta que ahora te dicen que no te vayas a tus únicos días de descanso a tu pueblo de origen o a un hotel de descanso perdido, que esta en una provincia a 3’5 horas (Castilla la Mancha) porq te vacunan. Poruqe te vacunan en tus vacaciones para q pases los efectos jodiendote estás pero así no faltando. No te la podían poner 4 días antes o 4 días después no.
Debes perder tu dinero de las reservas y hacerte un día viajando entero, pero es que no tienes empatía…
Los que no tienen empatía son los sin vergüenzas de los que toman estas decisiones o quienes escriben esto.