i-DE, compañía de distribución eléctrica de Iberdrola, quiere acelerar su plan de inversiones en redes inteligentes en Castilla y León entre 2022 y 2024, con el objetivo de reactivar la economía y el empleo y alcanzar los objetivos de descarbonización comprometidos en el PNIEC.
Así lo ha trasladado Óscar Villanueva, director de i-DE en la comunidad, al director general de Energía de la Junta de Castilla y León, Alfonso Arroyo, en una reunión en la que ha presentado su plan de inversión para el próximo trienio, que eleva a 264 millones de euros en la región con un triple objetivo: atender el crecimiento de la demanda -asociada a la electrificación del transporte y la climatización- y la producción, con más renovables y la generación distribuida; mejora de la resiliencia de la red eléctrica para afrontar los retos del cambio climático; y promover la modernización en los procesos sobre esta infraestructura de distribución eléctrica. La compañía estima que estas inversiones podrían generar hasta 3.200 empleos en la región.
En el encuentro se ha tenido la oportunidad de compartir ideas sobre la necesidad de incrementar las inversiones en las infraestructuras de distribución eléctrica, con el fin de alcanzar los objetivos de la hoja de ruta del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), eliminando las barreras de inversión allí donde estas sean oportunas y donde los agentes del sector tengan capacidad e intención de desarrollarlas.
En base a análisis y estudios, i-DE estima que en Castilla y León habría que incrementar un 84% las inversiones previstas en su plan inicial 2022-2024, hasta los 487 millones de euros. De esta forma, se contribuiría a impulsar la industria y el empleo asociado en la región, sin apenas coste para el ciudadano. Asimismo, está alineado con la estrategia del PNIEC, aprobada por el Gobierno, que establece la necesidad de hacer inversiones muy superiores a las previstas para poder atender los objetivos asociados a la transición energética.
Las inversiones en redes de distribución generan cada año unos 30.000 empleos locales de alta cualificación técnica. Además, sustenta una cadena de valor industrial con un 90% de suministradores locales, muchos de ellos PYMEs (fabricantes bienes de equipo, ingenierías, empresas de montaje, obra civil, logística, proveedores materias primas, aislantes, soldadura, etc.), distribuidos de forma capilar por el territorio.
La transformación de las redes en una infraestructura robusta, flexible e inteligente permite dar respuesta a los retos de la electrificación del sistema eléctrico, con una mayor integración de renovables, el desarrollo de la movilidad sostenible, las ciudades inteligentes y el consumo descentralizado (autoconsumo) y un consumidor con mayor capacidad de decisión y conectividad.
En Castilla y León, i-DE gestiona más de 43.535 km de líneas de baja y media tensión y más de 6.400 km de líneas de alta y muy alta tensión. Asimismo, cuenta con 15.597 centros de transformación en servicio y 243 subestaciones primarias y secundarias. La compañía mantiene en la región un nivel de calidad de servicio por encima de la media nacional, con un TIEPI de 54,2 minutos a cierre de 2020.
En los últimos años, i-DE ha acometido un ambicioso plan de digitalización de sus redes eléctricas que, en Castilla y León, ha convertido sus más de 1,5 millones de contadores y la infraestructura que lo soporta en inteligentes, incorporando capacidades de telegestión, supervisión y automatización.