[dropcap]S[/dropcap]i hay algo de lo que nos podemos sentir realmente orgullosos, es de lo que hemos conseguido a lo largo de nuestra vida.
Puede que lo que te venga a la cabeza sea algo material, como poder tener un buen coche, objetos de valor o una casa enorme.
Pero no voy por ahí.
No digo que no sea importante, para la mayoría de la gente lo es. Sin embargo, si ahora mismo estuvieras en tu lecho de muerte, seguramente no es de lo que más orgulloso estarías.
Los logros personales son lo que nos llena de forma más profunda. Tienen una conexión con nuestro sentido de vida que difícilmente pueden darnos los bienes materiales.
Te pondré algunos ejemplos.
Si tienes hijos, que hayas conseguido que sean buenas personas, que sean íntegros o que sean autosuficientes, es un gran motivo para sentirse satisfecho.
O si has podido sacarte unas oposiciones, estudiar una carrera u obtener el doctorado mientras trabajabas y ellos aún eran pequeños.
O si has conseguido tirar tu negocio adelante con el sacrificio que te ha supuesto.
O si has logrado una patente con uno de tus inventos.
¿Y si has superado una enfermedad? No me digas que no es un logro brutal, muchos no lo consiguen, sobre todo porque hay muchos factores implicados que no controlamos.
Hay miles de motivos por los que podemos sentirnos orgullosos de nuestro esfuerzo.
Cada vez que haces algo que te sale bien, que tomas una buena decisión, que aciertas, eso es un logro personal.
Aunque no lo sepa nadie.
Y es motivo más que de sobras para sentirte on the top of the world.
Y celebrarlo. Aunque sea con una sonrisa : )
Yo estoy muy contenta con el libro para dolescentes que publiqué en 2019 y creo que es un buen recurso si tienes hijos. Puede ayudarles, entre otras muchas cosas, a encontrar su camino.
Pero a quien más se lo recomiendo es a los padres, mucho antes que a los hijos. Te explico las razones aquí.